Ruth Merino, la nueva consellera de Hacienda, Economía y Administración Pública y 'voz' del recién nacido gobierno de Carlos Mazón, comenzó 2023 como síndica de Ciudadanos en Les Corts, cargo que abandonó al poco de arrancar el año «con mucha tristeza e impotencia» tras la refundación del partido.
Tras unas semanas fuera del foco, el líder de los 'populares' valencianos la fichó para su gabinete económico y, tras volver a ser elegida diputada, ahora ha depositado en ella una de las tareas más visibles del nuevo Consell de PP y Vox: la portavocía.
Las razones del fichaje de Merino las explicó Mazón en febrero, cuando anunció su incorporación al gabinete económico del PP: la «marcadísima sensibilidad social» de Merino, su carácter «liberal» y su «extraordinaria preparación y formación». Y es que Merino es técnica de Hacienda y funcionaria de la Agencia Tributaria.
En su momento, Mazón le ha agradeció el «paso» que dio «por demostrar que estamos en un proyecto abierto, centrado, de marcado carácter social desde el rigor y la ambición que necesita la Comunitat Valenciana».
La trayectoria política de Ruth Merino no es muy larga, pues debutó como diputada en 2019, y al año y medio, tuvo que asumir la portavocía del grupo Ciudadanos cuando Toni Cantó salió de Les Corts para fichar por la líder del PP en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Cuando tomó las riendas del grupo de Cs en Les Corts, en marzo de 2021, rechazó que se pudieran dar otras 'fugas' porque ve ganas de seguir unidos, aunque dijo que no tenía «una bola de cristal y la vida da muchas vueltas».
Dos meses más tarde, sin embargo, hubo cuatro bajas en el grupo parlamentario de Ciudadanos, que Merino calificó como «comportamientos lamentables, que conllevan a la degradación de la política» y afirmó que «el compromiso de Ciudadanos con sus votantes es siempre servir al interés general, por encima de intereses partidistas o personales».
El desánimo en cs
Entre 2021 y 2023, la síndica fue dando muestras cada vez más evidentes del desánimo por las decisiones que tomaba Ciudadanos. De hecho, a lo largo de 2022 fue enfriando la posibilidad de presentarse a las primarias de su entonces partido y mostrando distancia con la dirección de Inés Arrimadas y las candidaturas de Edmundo Bal y Patricia Guasp.
A lo largo de esos años, Merino lanzó tanto críticas al PP de Carlos Mazón como al Botànic, aunque también logró acuerdos con ambos lados. Uno de los más recordados fue la rebaja del impuesto de sucesiones a las empresas familiares, pactado con PP y PSPV.
A finales de 2022, Merino aseguró que se encontraba desanimada para presentarse a las primarias de la formación para ser candidata a la Generalitat ya que consideraba que «todo va a seguir igual» una vez terminara el proceso de refundación del partido y criticó que no se había tenido en cuenta al grupo de CS en Les Corts en la toma de decisiones en el partido a nivel nacional.
Cuando dejó el cargo, en una comparecencia entre lágrimas, aseguró que no tenía «ninguna oferta de nadie» y que se marchaba «plenamente convencida de por qué lo hago», si bien admitía «conversaciones informales» con otros partidos, sin que hubiera nada más serio. Volvió a su puesto de trabajo en la Agencia Tributaria, aunque no descartó volver a la política.