El portavoz del PNV en el Congreso y cabeza de lista por Bizkaia, Aitor Esteban, ha advertido este miércoles que no afrontar por parte del Estado las «reformas democráticas pendientes» como «la problemática nacional vasca y catalana» o «la inviolabilidad del jefe del Estado en sus actuaciones privadas», supone «abonar el terreno a quienes niegan derechos, al populismo, al autoritarismo, y a una inestabilidad y falta de credibilidad democrática».
«Nuestro compromiso más firme va a ser enfrentarnos al populismo, al autoritarismo, a la incapacidad de diálogo. Vamos a estar dispuestos a hablar, pero vale ya de marketing político, y cuidado con los movimientos que pueda haber en los próximos años respecto a derechos colectivos como el autogobierno y a derechos individuales. Ahí estará el PNV», ha asegurado.
En un acto celebrado en la plaza de la Virgen Blanca, en Vitoria- Gasteiz, junto al cabeza de lista del PNV al Congreso por Álava, Mikel Legarda, Esteban ha criticado que actualmente la política, «más que entenderse como un diálogo», se plantea como «imponer tu visión, toda tu ideología, todo tu programa al contrario, y en un ambiente en el que la ultraderecha cada vez está cogiendo más fuerza en el marco europeo, y que está siendo también blanqueada y normalizada dentro del marco del Estado».
«Primero eran 24 los diputados y diputadas de Vox. Luego, porque las izquierdas se pelearon y no fueron capaces --en esa pelea de sillones-- de llegar a un acuerdo para un gobierno, se volvieron a convocar a las elecciones y nada menos que 52. Y ahora se le está dando carta de naturaleza, se le está normalizando e introduciéndoles en gobiernos autonómicos», ha lamentado.
El candidato del PNV ha alertado de que «esto es un peligro en términos democráticos, en términos de aumento del populismo y un retroceso en los derechos individuales y colectivos».
«Son tiempos de regate corto, de mucho marketing, de demagogia, de medias verdades --ahora Feijóo ha acuñado el término 'inexactitudes', que me ha resultado llamativo--; de afirmaciones burdas como cuando Bildu llamó al PNV fascista. ¿Qué credibilidad tiene eso?», se ha preguntado.
En este sentido, ha subrayado que «el enfrentamiento como política es un auténtico desastre», y ha reivindicado «otra forma de hacer política». «Claro que hay que decir las cosas con contundencia y con convicción. Yo creo que si nuestro mensaje llega a la gente es porque tenemos credibilidad cuando lo decimos», ha indicado antes de reclamar hacerlo también «con corrección».
Aitor Esteban cree que «no se trata de convertir esto en una batalla de insultos, como se está convirtiendo la política», y ha subrayado la importancia de «no engañar a la ciudadanía y explicar a la gente cómo son las cosas».
"deberes pendientes"
Asimismo, ha subrayado el compromiso del PNV «en la defensa de los derechos individuales y colectivos, de los derechos humanos», un área en el que «el Estado tiene deberes pendientes», y ha defendido que «no es bueno para un Estado democrático que lo retrase». «Creo que tiene que enfrentarlos a través del diálogo, pero lo que no puede hacer es ocultarlos o meter la cabeza bajo tierra para ignorar que existen», ha añadido.
El candidato jeltzale ha reclamado la necesidad de «enfrentar de una vez, la problemática nacional vasca y catalana» porque «la solución no es como aparece en el programa de uno y otro, reforzando las conferencias sectoriales y una conferencia de presidentes que ni siquiera existe en la Constitución».
«Por ahí no vamos a ninguna parte. Hay que afrontar que en Euskadi y Cataluña --y hay un importante número de su ciudadanía que así lo demanda-- son diferentes y hay que tratarlas de manera diferente», ha señalado.
También ha subrayado la necesidad de «derogar de una vez las leyes franquistas que quedan», entre las que ha citado la Ley de Secretos Oficiales, y ha señalado que «no puede ser que la ley de control del CNI siga tal y como está, y que nadie revise si han actuado conforme a la ley o no». «Y no tiene sentido tampoco que no se aborde la inviolabilidad del jefe del Estado en sus actuaciones privadas», ha defendido.
Para Esteban, «no afrontar estos temas supone abonar el terreno a quienes niegan derechos, abonar el terreno al populismo, al autoritarismo, y a una inestabilidad y falta de credibilidad democrática».
"enfrentarnos al populismo"
«Nuestro compromiso más firme va a ser enfrentarnos al populismo, al autoritarismo, a la incapacidad de diálogo. Nosotros vamos a estar dispuestos a hablar, pero vale ya de marketing político y cuidado con los movimientos que pueda haber en los próximos años respecto a derechos colectivos como el autogobierno, y a derechos individuales. Ahí estará el PNV», ha asegurado.
El cabeza de lista del PNV al Congreso por Álava, Mikel Legarda, por su parte, ha señalado que en estas elecciones «está en juego» desde qué perspectiva se deben hacer las transformaciones del futuro, si se hace «desde una perspectiva democrática liberal --como la que defiende el PNV--, o desde los distintos populismos que hoy tratan de dividir a la sociedad».
«En el PNV somos conscientes de la crisis de representación institucional por la percepción de desasosiego y desprotección ante los imparables procesos de globalización», ha indicado.
Para Legarda, «la respuesta a esta crisis de representación institucional no es la apelación a un caudillismo ultraestatal salvador y mesiánico» y «tampoco la apelación a un pueblo depositario permanente de intereses homogéneos, porque ese tipo de pueblos no existen».
«Tampoco es respuesta esta clerecía de ultraizquierda que impugna nuestros modos de vida y valores occidentales con un puritanismo intimidatorio moralmente, o con propuestas colectivistas como alternativa a una economía social de mercado con colaboración público-privada», ha rechazado.
El candidato por Álava ha advertido de que esto es lo que «está en juego el próximo domingo, por la capacidad que estos movimientos populistas tienen de »condicionar o de influir en opciones políticas que se postulan como alternativa al gobierno, tanto en España como en Euskadi".
En este sentido, ha defendido que «democracia es memoria, justicia y reparación» como la que su partido reclama «para los represaliados durante la dictadura franquista y por los hechos del 3 de marzo en Vitoria-Gasteiz» y porque «democracia es Estado de Derecho y principio de legalidad». «Es inadmisible que el Estatuto de Gernika lleve más de 40 años incumplido, con muchas transferencias pendientes y una erosión permanente», ha criticado.
Al respecto, ha insistido en que el PNV va a «seguir denunciando la inflexibilidad para reconocer la plurinacionalidad del Estado» y se opondrá a ilegalizaciones de partidos.
«Democracia es libertad de expresión y no censura, y democracia es también derecho a decidir por la ciudadanía vasca su futuro, lo mismo que por la ciudadanía de Treviño, frente a impugnaciones y vulneraciones de visiones centralistas de partidos autoritarios reaccionarios; o desde partidos de la derecha en los que prevalece un proyecto político con una visión de una España homogénea; o desde partidos de izquierda en los que su marco ideológico no concibe distintas posiciones jurídicas de la ciudadanía en función de las distintas políticas públicas decididas por las instituciones democráticamente elegidas. Todo esto está en juego», ha advertido.