El nuevo vicepresidente de la Generalitat Valenciana y conseller de Cultura y Deporte, Vicente Barrera, cambia la arena de las plazas de toros que marcaron su trayectoria profesional más conocida por el 'ruedo' político con un papel preeminente en el nuevo gobierno valenciano salido del pacto entre PP y Vox.
Barrera --quien ha sido uno de los protagonistas de la negociación para la firma del acuerdo de gobierno en coalición-- no solo adquiere el rol de vicepresidente de la Generalitat, sino que, además, asume las competencias de Cultura, incluyendo Patrimonio, y también Deporte.
Su nombramiento ha sido el único que se ha conocido con antelación al anuncio de la composición del Consell --se hizo público el mismo día en el que se cerró el pacto de gobierno-- y no ha estado exento de polémica.
Un ejemplo es la carta remitida por asociaciones profesionales del sector de la cultura al 'president' de la Generalitat, Carlos Mazón, en la que expresan su «preocupación» ante «la ausencia de un programa específico para la Comunitat Valenciana» e «inquietud» por la persona elegida para dirigir las competencias en la materia, Vicente Barrera, ya que, según afirman, no presenta «el perfil más idóneo».
Igualmente, ha generado las críticas del sector que, tras la decisión del concejal de Cultura de Borriana, de Vox, de cancelar la suscripción de la Biblioteca Municipal a varias revistas escritas en valenciano, Barrera se pronunciara en Twitter afirmando: «Bravo Jesús. Nuestra identidad valenciana y española en pie».
También se han puesto en tela de juicio sus publicaciones anteriores en redes sociales. A este respecto, el expresidente Ximo Puig aseguraba recientemente que un periodista alemán que le entrevistó la semana pasada se preguntaba «cómo era posible un retroceso tan radical a una persona profundamente neofranquista» y vinculada a la tauromaquia. Para el secretario general del PSPV, la elección de Barrera «de momento, ya nos ha causado una enorme pérdida de reputación».
En términos similares, el síndic de Compromís, Joan Baldoví, ha criticado a Mazón por incorporar al extorero al Consell. «Si un 'president' es capaz de darle la cartera de Cultura a una persona que aplaude la censura a revistas inocuas espero poco», ha agregado
Tradición familiar
Nieto del histórico diestro Vicente Barrera Cambra, nació en València en 1968. Poco antes de acabar sus estudios de Derecho en la Universitat de València e influido por la tradición familiar, despertó su pasión por el mundo de los toros.
Se vistió de corto por primera vez en Munera (Albacete) en 1989 y, tres años después, en agosto de 1992, debutó como novillero. En 1993 comenzó su temporada taurina en la Plaza de Toros de Valencia donde tomó la alternativa con un capote en el que llevaba bordada la imagen de la Virgen de los Desamparados y brindó su primer toro «a la ciudad de Valencia y a su afición». Se retiró en 2011 con una gira que terminó en Perú.
Ese mismo año obtuvo la Alta Distinción de la Generalitat por su carrera en el mundo del toreo, otorgada por el Gobierno del 'popular' Alberto Fabra. En el decreto en que se le concedía este galardón, se decía que tuvo «una carrera llena de dedicación, sacrificio y éxitos, que le llevan a convertirse en el primer torero valenciano que consigue salir por la Puerta del Príncipe de la Maestranza».
Desde su retirada, según destacan fuentes de Vox, Vicente Barrera «ha mantenido sus vínculos con el mundo rural a través de su faceta como empresario». En la actualidad, su trayectoria profesional le ha llevado a gestionar empresas ligadas a la industria agroalimentaria, el sector de la restauración y la hostelería y el mundo inmobiliario.
El torero mostró su simpatía por el gobierno de Francisco Camps entre 2003 y 2011. De hecho, en uno de los mítines de la campaña de aquellas elecciones autonómicas, Camps quiso «tranquilizar» a Barrera, que estaba presente en el acto, y aseveró: «Jamás prohibiré la tradición de los toros en la Comunidad Valenciana».
Con Vox, desde 2018, ha desempeñado la labor de coordinador regional en Valencia, con anterioridad a la representación parlamentaria del partido, que le define como «amante del campo, de la tradición y del mundo rural».