El área de Urbanismo e Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza ha finalizado las obras para crear una plataforma única en las calles Sepulcro, Mundir y Arcediano, en el entorno de la plaza San Bruno de la capital aragonesa, eliminando los altos bordillos, ampliando el espacio peatonal y pacificando el tráfico.
Las tres calles han pasado a ser de prioridad para quienes caminan y se ha reducido la velocidad de paso de los vehículos. Todas ellas se han pavimentado con losas de granito gris y bandas transversales de granito negro, siguiendo la tipología de materiales implantada en otros puntos del entorno.
Además, se ha sustituido el alumbrado y se ha instalado tecnología led, mejorando la iluminación y la eficiencia energética, han indicado desde el Ayuntamiento de Zaragoza.
La actuación ha supuesto una inversión de 150.00 euros y forma parte de las reformas impulsadas por la entidad local en diferentes puntos del Casco Histórico para mejorar la movilidad peatonal y garantizar un entorno accesible para zaragozanos y visitantes.
Con este objetivo se ha actuado también en los entornos de la plaza Sas y de la Magdalena o la calle Predicadores. La intervención del entorno de San Bruno se ha ejecutado en fases para reducir afecciones y se ha aprovechado para intervenir también en la propia plaza y corregir los hundimientos que sufría una parte del pavimento y la parte más próxima de la calle Sepulcro.