El líder de Ens Uneix y alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, ha insistido en que, para que la Diputación de Valencia continúe en manos progresistas, PSPV y Compromís deben votar a su candidata, Natàlia Enguix, pero ha abierto la posibilidad de que ella solo ostente durante un tiempo la presidencia, hasta que haya un cambio en la dirección del PSPV.
«Si es más importante parar a la derecha que los sillones, es tan sencillo como votar a Natàlia Enguix, con la seguridad de que en el momento en el que el PSPV cambie, el presidente será (Carlos Fernández) Bielsa --candidato socialista a la presidencia y líder del PSPV provincial--, sin ningún problema».
Y ha insistido: «Es tan sencillo, para que la Diputación no quede en manos de la derecha, como votar hoy a Natàlia Enguix. Simplemente queremos ostentar la presidencia hasta un momento, un momento que siempre hemos definido como en el que el PSPV de nuevo sea fiable para nosotros».
El problema, ha señalado, es que «no ha habido gesto más allá de conversaciones informales con unas partes u otras». «Por tanto, entendemos que no hay ningún elemento que nos permita reevaluar esta decisión», ha recalcado a su llegada al pleno de constitución de la Diputación
Preguntado por cuándo será el momento en el que la presidencia podría pasar de Ens Uneix al PSPV, Rodríguez ha indicado que «cuando haya un congreso nacional» en la dirección autonómica que actualmente ostenta el ya 'expresident' de la Generalitat Ximo Puig.
«Cuando haya un congreso nacional que haga que aquellos que han estado poniendo paros en las ruedas a lo largo de la negociación desaparezcan del escenario que creo que tanto daño han hecho al Botànic», ha expuesto.
El también expresidente de la Diputación con el PSPV ha remarcado que «no podemos olvidar» que el gobierno del Botànic que compartían socialistas, Compromís y Unides Podem «ha perdido las elecciones»: «Si hoy estamos en esta situación es porque el Botànic ha sido incapaz de retener una mayoría, ni en Les Corts ni en la Diputación».
Jorge Rodríguez dejó el PSPV y la presidencia de la Diputación cuando fue detenido por el caso Alquería, del que quedó absuelto tras el 28M junto al resto de acusados en relación con las contrataciones de altos directivos en la empresa pública Divalterra entre 2015 y 2018 para favorecer a personas afines a PSPV y Compromís.