Un tercer joven investigado por insultos presuntamente racistas al jugador del Real Madrid CF Vinicius Júnior en Mestalla ha reconocido que hizo un gesto puntual en respuesta a una provocación del jugador aunque ha negado cualquier insulto o actitud racista, según ha podido saber Europa Press.
Este investigado ha acudido hoy al Juzgado de Instrucción número 10 de València, encargado de investigar los presuntos insultos racistas que recibió el jugador el 21 de mayo durante el partido de la Liga Santander que enfrentó al Real Madrid con el Valencia CF en el estadio de Mestalla.
Este joven debía haber declarado hace algo más de un mes junto a otros dos investigados pero su testimonio tuvo que ser aplazado por motivos personales. Este martes ha declarado y ha respondido únicamente a las preguntas formuladas por la jueza y su letrado.
Su declaración se ha basado en reconocer que hizo un gesto ante una provocación del jugador del Real Madrid en un momento concreto del partido pero ha negado que profiera insultos y que actuara de esa forma por motivos de odio o racistas.
Al respecto, uno de sus abogados, Manuel Izquierdo, ha indicado en declaraciones a los medios de comunicación que su cliente mantiene que no dijo ni un solo insulto y que se limitó a reaccionar a una provocación constante de Vinicius, que «fue notoria», ha puntualizado.
«Se trató de una reacción espontánea en un partido de máxima rivalidad. Hizo un gesto de dos segundos, nada más. Un chico de 18 años. No puedo pensar que fue delito de racismo. Es una reacción. Lo que se investiga aquí es lo que pasó en el minuto 72, no todo lo demás. Se queda ahí el tema. Entiendo que no tiene nada que ver con el racismo», ha dicho.
Preguntado por el aplazamiento a la declaración de Vinicius al encontrarse éste de viaje, ha dicho: «Creo que a Vinicius le importa poco esta historia y se le ha ido de las manos esta historia. Entiendo que Vinicius le da la trascendencia que tiene este asunto, que es nula», ha dicho.
Otro de sus abogados, Ramón Igual, ha señalado a los periodistas que no hay que olvidar que su cliente es un joven de 18 años recién cumplidos y que «carga sobre sus espaldas una presión social mediática desproporcionada. Fue una reacción espontánea, todo lo maleducada, grosera y reprobable que quieran, pero hacer pesar sobre estos chicos una causa general contra el racismo es una reacción desproporcionada para lo que realmente ocurrió», opina.
Los otros dos jóvenes investigados en este procedimiento declararon hace un mes en el juzgado que no tenían odio ni racismo contra Vinicius ni contra ningún otro jugador.
Los jóvenes explicaron ante el juez que no insultaron a nadie y, sobre los gestos que efectuaron, dijeron que no tenían ninguna intención racista ni se hicieron por odio hacia Vinicius o cualquier otro jugador de raza negra. Así, explicaron en el juzgado que sus gestos se enmarcaban en un contexto concreto, en un partido de fútbol en el que Vinicius iba provocando al estadio y a la afición.
El Juzgado número 10 de València abrió el procedimiento tras recibir un atestado por un posible delito de odio elaborado por la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía de la Comunitat Valenciana.
A estas diligencias previas se acumuló una denuncia por los mismos hechos interpuesta por la Liga Nacional de Fútbol Profesional, entidad a la que se tiene ya por personada en la causa como acusación particular.