El líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, ha confiado en alcanzar un pacto con Junts en la Diputación de Barcelona para tener un gobierno progresista en el ente supramunicipal: «Espero que acabe bien», ha declarado en una entrevista de Europa Press.
Ante unas negociaciones que continúan abiertas después de que Junts haya descartado pactar con el PSC, Maragall espera que haya un acuerdo en «pocos días» y ha apelado a la responsabilidad de ERC y de Junts para llegar a un pacto de gobierno.
«También hay otras fuerzas políticas locales que pueden tener importancia y carácter decisivo en el momento final. Respetemos las conversaciones que puedan haber en este terreno. Respetemos y recemos para que acabe bien», ha afirmado.
Dado el contexto de las elecciones generales del 23 de julio, Maragall cree que no se puede «dejar pasar la oportunidad de recuperar el buen gobierno y la gobernación compartida» desde el punto de vista de las fuerzas soberanistas.
«Se han apropiado de Barcelona. Bueno, muy bien, que no se repita lo mismo en la Diputación», ha sostenido en referencia a la alcaldía socialista en la capital catalana liderada por Jaume Collboni con el apoyo del PP y BComú en el último momento.
Nueva legislatura en el ayuntamiento
Sobre la nueva legislatura en el Ayuntamiento de Barcelona, Maragall ha opinado que los comuns se incorporarán rápido al gobierno de Collboni porque considera que es un acuerdo que ya tienen decidido y que solo es cuestión de tiempo que se produzca: «No es ética política, es estética política».
Preguntado por si los republicanos optan a entrar en este gobierno, ha respondido que su rol será el de alternativa y de oposición, y, ante la insistencia de BComú de entrar juntos en el gobierno del PSC, ha dicho que en ningún momento ha hablado con la exalcaldesa y líder de la formación, Ada Colau.
«Nos están usando, como siempre hacen. Usan una marca y la tendrían que respetar un poco más después de lo que pasó», ha criticado.
Ha reiterado que Collboni «se negó explícitamente a hacer posible este gobierno, por activa y por pasiva» y ha acusado a Colau de aceptar su decisión dándole sus votos y, a su vez, aceptando las condiciones que puso el PP al PSC para apoyarle, según él.
Si Collboni no se hubiese negado, como asegura que hizo, Maragall ha considerado que «cómo mínimo» habrían tenido la posibilidad de ver cuál era el marco que se abría y el conjunto de orientaciones y de estrategias basadas en la ciudad para llegar a un acuerdo, como defiende que sí hizo con el líder de Trias per Barcelona, Xavier Trias.
En ese sentido, ha criticado que «en ningún caso nadie planteó, ni Collboni ni nadie, ningún elemento de contenido que permitiera validar que significado se le quería dar a este gobierno», por lo que ha acusado a Colau de dar sus votos al PSC a ciegas.
Su modelo de oposición
Ante este escenario, ha defendido que ERC hará una oposición propia, que se abre a «compartir» con Junts para hacer frente al gobierno de Collboni, dado que ya llegaron a un acuerdo de gobierno antes de la investidura.
«ERC ahora estamos obligados a actuar muy específicamente como alternativa, como alternativa de presente y de futuro. Si eso se produce, además, en un entorno que nos permite articular una oposición que en algunos temas puede ser compartida con un Junts, pues tanto mejor, ¿no?», ha afirmado.
"dar continuidad" en el senado
Maragall, que se presenta como número 2 de ERC en el Senado en las generales, ha dicho que espera entrar en la Cámara Alta para «dar continuidad a la representación de Barcelona», que ve dañada tras la investidura de Collboni en las municipales.
Asimismo, ha afirmado que no se ha planteado ser senador por designación autonómica del Parlament si no consigue el escaño, y ve necesario una «voluntad catalana explícita y compartida» en el Senado, en línea al frente común al que hizo referencia el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ante un posible gobierno de PP y Vox.