La Audiencia Provincial de Almería acoge desde este lunes el juicio con jurado contra B.N.A.A., la mujer acusada de planear el asesinato de G.B., su marido de 65 años y albañil de profesión, quien murió tras sufrir en torno a una treintena de heridas de arma blanca cuando se encontraba en su cortijo de Huércal-Overa (Almería) en agosto de 2021 a manos del presunto sicario, D.V.G, quien habría aceptado 1.000 euros por el encargo.
La Fiscalía pide para la mujer y para el supuesto autor material del crimen 22 años de prisión de cara al juicio, al que han sido citados cerca de 20 testigos, según consta en el auto de hechos justiciables y en la calificación provisional de la Fiscalía, a los que ha tenido acceso Europa Press. La defensa de la acusada, aunque en principio admite su participación en los hechos, invoca circunstancias atenuantes para rebajar la pena.
Los miembros del jurado popular deberán determinar así no solo el grado de participación de los acusados, en cuanto a la inducción y materialización del crimen, sino que además deberán determinar si hubo contratación mediante así como otras circunstancias, como el grado de discapacidad que padece la mujer o si esta obró por «estímulos tan poderosos que le produjeron arrebato».
Conforme al escrito de acusación, la mujer de origen colombiano habría decidido encargar el asesinato de su marido a principios de agosto de 2021 cuando este le manifestó su intención de divorciarse de ella para casarse con otra persona, sospechando la acusada que esta otra fuera su hija.
A pesar de que la relación era buena al principio de la convivencia, la misma empezó a enfriarse cuando la acusada comenzó a sospechar que la víctima tenía una relación sentimental con su hija, fruto de una relación anterior, sentido en el que la llegó a echar de casa, según recoge el escrito en el que da cuenta del distanciamiento de la pareja.
En este sentido, y en base a los hechos sostenidos por la Fiscalía, la mujer se reunió en su vivienda con el supuesto autor material del crimen el 12 de agosto y le ofreció al sicario 1.000 euros por acabar con la vida de su marido, a lo que el hombre habría accedido.
Un día después, el hombre se habría desplazado al domicilio de la mujer para cobrar el encargo, si bien esta le habría pedido más tiempo para reunir el dinero al tiempo que le habría indicado que su marido tenía previsto irse a su cortijo en el paraje Los Cabecicos ese día; lo cual verificó posteriormente, sobre las 13,00 horas, mediante una llamada telefónica en la que comprobó que el hombre estaba solo.
Así, la mujer llamó al acusado para avisarle de que su marido se encontraba solo en el cortijo y de que tenía «vía libre», de modo que sobre las 13,15 horas este «se dirigió en su vehículo hasta el inmueble».
La Fiscalía detalla que al llegar al cortijo el acusado llamó a la puerta y cuando la víctima le abrió, «con ánimo de acabar con su vida, se abalanzó» sobre ella y «le asestó múltiples puñaladas con un cuchillo en diversas partes del cuerpo», las dos primeras de ellas en la espalda, conforme a la investigación.
La exploración posterior detectó una treintena de heridas por arma blanca, además de las defensivas, en el cuerpo de la víctima, 14 de ellas en el pecho además de otras en partes vitales del cuerpo como cabeza o cuello. La víctima falleció entre las 13,00 y las 15,00 horas por shock hipovolémico. La víctima no fue encontrada hasta un día después en el interior del cortijo.
Si bien la mujer ingresó en prisión provisional el 7 de septiembre de este mismo año, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Huércal-Overa (Almería) acordó en diciembre del año pasado su libertad bajo fianza en base a su discapacidad y los problemas de salud que presentaba.
Según el auto para proceder a su libertad provisional, fue la propia investigada quien cambió la dirección inicial de las investigaciones policiales con su «confesión» sobre los hechos, toda vez que la causa se ha visto dilatada en gran medida por la recepción del informe de autopsia de la víctima y las muestra de ADN referidas al otro acusado.
La mujer acudió el 3 de septiembre del pasado año a dependencias policiales --unos 20 días después de los hechos-- acompañada de su letrado, donde confesó su implicación en el caso aunque se desligó del crimen ya que solo habría pretendido «darle un susto». En su relato señaló la supuesta participación del segundo arrestado, detenido a las pocas horas de sucederse los hechos.
No obstante, según las pesquisas recabadas por la Policía Judicial, se estima que B.N.A.A. se habría encargado de planificar el crimen, por lo que habría encargado a D.V.G. que matara a su marido. En este sentido, el hombre habría aprovechado que la víctima se encontraba solo en su cortijo para dirigirse al lugar armado con un cuchillo.
El juicio a celebrarse en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería se extenderá a lo largo de cinco sesiones, conforme al cronograma inicial, con sesiones a partir de las 9,30 horas que arrancarán con la declaración de los acusados.