La Policía Nacional ha detenido a un hombre de 37 años en Alicante por un presunto delito de desobediencia, resistencia y amenazas graves, tras atrincherarse en su domicilio con un cuchillo tipo jamonero de grandes dimensiones. Amenazó con autolesionarse y con agredir a cualquiera que se le acercaba.
Sobre las 19 horas de este pasado martes, varias llamadas alertaron al 091 que en un balcón de la calle José María Py de Alicante estaba el hombre realizándose cortes en los brazos y amenazando con acabar son su vida, informa el cuerpo policial.
Varias patrullas se desplazaron al lugar, tras lo que el hombre no cesó en su actitud y no hizo caso a las indicaciones de los agentes. Se activó así el protocolo ante incidentes críticos, con la participación de un subgrupo de la unidad de prevención y reacción y del negociador de la Policía en la provincia.
Una agente que acudió en primer lugar logró establecer comunicación con el afectado. Ella y el negociador intentaron calmarle y tranquilizarle mientras estaba encerrado en el interior del domicilio, sin permitir la entrada de los policías que pretendían auxiliarle.
A pesar de los esfuerzos, el hombre no depuso su actitud y su estado de nerviosismo aumentó: se realizó cortes en las dos extremidades superiores y amenazó con cortarse en el cuello con el cuchillo de grandes dimensiones y con bajar a la calle y acabar con la vida de todo el que se encontrara en su camino.
Mientras tanto se solicitó apoyo de los bomberos del Ayuntamiento de Alicante, que se desplazaron y aportaron medios para acceder al edificio desde el exterior.
Ante la «extrema gravedad» de la situación, y con el fin de salvaguardar la integridad física del hombre, se decidió intervenir. Primero se localizó una copia de las llaves de la vivienda y se planificó el asalto en varios pasos.
Para ello, el negociador distrajo al hombre mientras un equipo formado por agentes de la UPR (unidad de prevención y reacción) y del GAC (grupo de atención al ciudadano), coordinado y con los medios necesarios, accedió al domicilio y consiguió auxiliarle y evitar que se causara más lesiones o que agrediera a algún agente.
En la intervención se hizo uso de un inmovilizador eléctrico por parte de los policías. De esta manera se consiguió salvaguardar la integridad física del hombre, quien fue atendido por una unidad sanitaria que le traslado a la unidad de Psiquiatría del Hospital Universitario de San Juan.
El detenido por estos hechos, de nacionalidad rumana, se encontraba fuera de peligro y sin riesgo vital, mientras ningún policía resultó herido.