La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha puesto en marcha este martes una obra de emergencia para retirar la población de azolla filliculoides del río. Se trata de un helecho flotante exótico, originario de Sudamérica, que prolifera en aguas lentas y eutrofizadas y que ha provocado la aparición de una capa verdosa en el tramo final del Júcar, aguas arriba del azud de Cullera.
La actuación, que cuenta con un presupuesto aproximado de 40.000 euros, tiene el objetivo de retirar esta especie exótica invasora «lo antes posible para evitar perjuicios medioambientales en las aguas», según ha informado el organismo de cuenca en un comunicado.
El equipo de trabajo que se ha desplazado hasta la zona afectada está compuesto por una pequeña embarcación que empuja los helechos flotantes hasta la orilla, donde son retirados por una retroexcavadora.
Al mismo tiempo, se están colocando barreras flotantes en varios puntos de este tramo del río para evitar la expansión y proliferación de la azolla. La actuación que se está desarrollando respeta los caudales ecológicos circulantes por el Júcar a la vez que no impide la atención de las demandas.
La CHJ recibió el miércoles un aviso sobre la aparición de una capa verde flotante en el tramo final del río Júcar. Un equipo técnico se trasladó inmediatamente hasta la zona y constató que aguas arriba del azud de Cullera existía unos 500 metros de cauce ocupados, mayoritariamente, por azolla filliculoides.
Durante la inspección, los técnicos del organismo observaron que, aguas abajo del azud, la población se iba desvaneciendo y llegaba a desaparecer «casi por completo» en la localidad de Fortaleny. Tampoco se detectó la presencia de estos helechos flotantes ni en el azud de la Marquesa ni en la desembocadura del río.
Estas manchas verdes provocadas por la proliferación de azolla desaparecieron de forma natural, arrastradas por las corrientes, entre el jueves y el viernes de la semana pasada. Este mismo lunes, la presencia de los helechos flotantes volvió a ser «significante» y, por ello, se ha aprobado una obra de emergencia en la zona con el objetivo de resolver el problema durante los próximos días.
Origen de la azolla
Según la información recopilada desde la Comisaría de Aguas, la aparición de esta especie en este tramo del río Júcar se debe a las fuertes lluvias de las últimas semanas. Las abundantes precipitaciones han producido arrastres «muy considerables» en los suelos que han transportado hasta el cauce «gran cantidad» de los nutrientes favoritos del helecho flotante: nitrógeno y fósforo, provenientes de los campos agrícolas del entorno.
Por otra parte, el aumento de la temperatura de los últimos días también ha podido favorecer un rápido crecimiento de la azolla, que puede duplicar fácilmente su biomasa si las condiciones de luz y nutrientes lo permiten.
El organismo recuerda que los problemas «más graves» que se producen en la cuenca del Júcar en cuanto a la calidad de las aguas «no tienen relación directa con los vertidos puntuales, sino con este tipo de vertidos difusos y de difícil control, que solo se pueden evitar con unas buenas prácticas agrícolas».
En el documento 'Protocolo de prevención, detección temprana y control de Azolla (Helecho de agua)' elaborado en noviembre de 2020 por el Grupo de Trabajo de Especies Exóticas Invasoras, Comité de Flora y Fauna Silvestres, integrado en el MITERD, se cita textualmente que, para evitar la proliferación de la azolla, «se hace imprescindible el establecimiento de una zona de amortiguación en las cuencas de alimentación de los embalses, en la que las labores agrícolas y ganaderas deben ser reguladas de manera restrictiva, de modo que se disminuya o elimine completamente el aporte de los nutrientes necesarios para la supervivencia y desarrollo de dicha especie».