El anuncio de una posible retirada del uso obligatorio de la mascarilla en espacios donde a día de hoy sigue vigente, pese al fin de la emergencia por Covid-19 decretada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sigue generando opiniones dispares entre los ciudadanos, aunque muchos madrileños se inclinan por mantener su uso en centros de salud y hospitales.
El ministro de Sanidad, José Miñones, ha anunciado la convocatoria de un Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) a finales de junio para debatir la eliminación de la obligatoriedad de la mascarilla en centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias. En cualquier caso, el titular de Sanidad ha reiterado que la última decisión es de los expertos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
No obstante, muchos ciudadanos prefieren mantener la mascarilla en centros sanitarios y sociosanitarios, aunque discrepan más en el caso de las farmacias, donde hasta los propios farmacéuticos admiten que la mitad de las personas que acuden a las boticas no la lleva.
En declaraciones a Europa Press Televisión y preguntada al respecto, por ejemplo, Aránzazu es de las que opininan que para farmacias sí que se podría retirar el cubrebocas pero no así tanto en otros espacios como centros de salud u hospitales, donde, según su opinión, su uso debería estar establecido de forma permanente. «Sigue habiendo otros tipos de virus y otros tipos de bacterias y pienso que se debería seguir estableciendo», ha indicado.
La misma opinión defiende Alejandro, que considera que «por precaución» está bien llevar la mascarilla en centros de salud. «Las dejaría obligatorias. Sí, cien por cien. Porque es algo higiénico y sobre todo en sitios donde tienes más riesgos de pillar una enfermedad o algo», ha indicado. En el caso de las farmacias, ha señalado, aunque también «está bien», él considera que habría que retirar su uso obligatorio.
Se seguirá llevando
En declaraciones a Europa Press Televisión, el farmacéutico Rafael Carretero Ayala se ha mostrado convencido de que, aunque se elimine el uso de la mascarilla, habrá mucha gente que siga haciendo uso de ella. «Nos hemos acostumbrado mucho a la mascarilla, así que yo creo que incluso mucha gente va a seguirla llevándola cuando tenga síntomas respiratorios sin necesidad de que le obliguen a ello, también por costumbre y por miedo», ha explicado.
Este farmacéutico adjunto ha defendido su utilización para protegerse de otras enfermedades «las enfermedades respiratorias se ven bastante mermadas debido al uso de la mascarilla y lo vimos durante la pandemia, cuando el número de resfriados y de enfermedades respiratorias se vio muy disminuido», mientras que ahora que no se lleva mascarilla en la mayoría de lugares cerrados, «ha habido un brote muy alto de virus respiratorio, pero son virus con los que hemos convivido siempre».
Eliminadas ya del resto de los espacios públicos, es muy habitual que la gente entre a la farmacia olvidándose de la mascarilla, tal y como ha asegurado el farmacéutico, «la mitad de la gente» que acude a su botica no lleva mascarilla. «De hecho, tenemos mascarillas siempre preparadas en bolsitas de papel para dárselas a la gente que lo necesite o atendemos fuera porque al final lo importante es dar servicio a la población», ha explicado.
«Es hacia donde hay que ir, pero es algo natural. Ahora los que se dedican a ello tienen que decidir hacia dónde vamos a ir, basado en la ciencia y en las obviedades. El Consejo Interterritorial se tendrá que juntar pero la decisión de los expertos es la más importante», ha defendido Carretero.
Así, ha insistido en que deben ser los expertos los que fijen el criterio. «Hemos pasado una pandemia, hemos estado en un punto en el que las mascarillas se demostraron como algo importante y necesario, pero ahora los expertos tendrán que tomar la decisión más adecuada basada en la ciencia y en si efectivamente son ahora necesarias», ha zanjado.