La Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía ha puesto en marcha una campaña en la provincia granadina para prevenir el estrés térmico por altas temperaturas, una iniciativa que «hace especial hincapié en el riesgo que corren los trabajadores de aquellos sectores más expuestos al calor», después de que Granada registrara el pasado verano una veintena de fallecimientos relacionados con el calor extremo, uno durante la jornada laboral
Así ha informado el delegado de Empleo en Granada, José Javier Martín Cañizares, durante la celebración de la jornada 'Riesgos y medidas preventivas por golpes de calor' que ha reunido a una treintena de expertos en prevención, responsables de recursos humanos de empresas de la provincia y delegados sindicales en el Centro de Prevención de Riesgos Laborales de Granada.
Según ha recordado el delegado territorial, «la capacidad de adaptación del cuerpo humano en periodos de altas temperaturas es alta, si bien estos mecanismos fisiológicos tienen sus límites a partir de los cuales se pone en riesgo la salud de los trabajadores, sobre todo si convergen otros factores agravantes como son los trabajos en el exterior o las tareas pesadas».
Martín Cañizares ha hecho referencia a los empleados de sectores como la construcción y la agricultura pero también los de la hostelería, cuyos trabajadores corren el riesgo de sufrir algún golpe de calor si su actividad se desarrolla en el exterior de los establecimientos.
La campaña, que ya ha comenzado a difundirse a través de redes sociales, pone el énfasis en las causas del estrés térmico, en los síntomas y en las medidas preventivas, «información que se ha comenzado a trasladar a los empresas en jornadas como ésta en las que queremos incidir en la importancia de realizar una adecuada evaluación de los riesgos» que tenga en cuenta las condiciones personales de cada trabajador expuesto y la necesidad de realizar una organización adecuada de las tareas para reducir la exposición al calor.
En este sentido, el delegado ha recordado que la actual normativa laboral ya obliga a los empresarios a garantizar la salud y la seguridad laboral de sus empleados, incluida la protección ante el calor extremo. Entre otros aspectos, la norma contempla la reducción o modificación de la jornada en situación de riesgo amarillo o naranja por altas temperaturas.
«Consejos que pueden resultar obvios en estos casos como el de utilizar prendas finas, evitar la exposición al sol en las horas de mayor riesgo, mantenerse hidratados o no consumir bebidas alcohólicas pueden evitar situaciones peligrosas e indeseables y, por tanto, consecuencias para la salud del trabajador como dolores de cabeza, vértigos, deshidratación, cortes de digestión o golpes de calor que pueden desencadenar en algo peor», ha sentenciado Martín Cañizares, quien ha recordado que «el cambio climático ha influido, definitivamente, en el aumento de las olas de calor y en la tiempo extremo, por lo que el mercado laboral también debe adaptarse a este hecho».