Las calles del barrio del Cabanyal de València han amanecido con diversas intervenciones de arte urbano en las que, a través de diversas escenas cotidianas pintadas en los muros de calles como la Barraca, Ángeles y Progreso, se hace una crítica a la especulación inmobiliaria.
Junto a las obras, «aparentemente anónimas», se ha colgado un texto titulado 'Una casa són 4 parets' firmado por @irenxremon, nombre en Instagram de la artista Irene Remón. En dicho texto se advierte de que el proceso de gentifricación «lleva años amenazando y golpeando el barrio del Cabanyal, donde el encarecimiento de la vida se está haciendo cada vez más notable y abusivo, obligando a sus habitantes a abandonar sus casas o a resistir en el barrio de una manera cada vez más precaria y marginal».
Y añade: «Es necesario usar el arte como herramienta de investigación y visibilización de la identidad de los barrios populares para devolverles su idiosincrasia y poner en valor su situación, su precariedad y sus necesidades cada vez más olvidadas y apartadas por la legada masiva de turistas. Una casa són 4 parets es una herramienta para luchar contra la gentrificación, contra la precarización creciente de la vida y la especulación que el capitalismo hace con nuestros propios cuerpos y nuestra fuerza de trabajo, para luchar contra la presión socio-económica y reivindicar la identidad y la resistencia de un barrio por encima de las lógicas inhumanas del capital».
'Una casa són 4 parets' es el lema que se repite en todas las intervenciones, para las que se han elegido las tapias y las puertas metálicas de las casas inhabitadas.
Esta elección --explican los responsables de la acción artística-- «no es azarosa puesto que, en el barrio del Cabanyal, pueden verse más de 300 casas tapiadas en sus calles».