Miembros del centro asesor de la mujer Argitan y la coordinadora antimilitarista Kakitzat se han concentrado este miércoles en Bilbao, en el Día Internacional de las Mujeres contra la Guerra, para denunciar «el aumento del gasto militar mientras se sigue sin dar solución a los problemas que las mujeres padecen» y reivindicar que «los innecesarios gastos militares se destinen a necesidades sociales y a recursos sanitarios».
La protesta de estos dos colectivos vizcaínos han realizado ante el Palacio Foral en la Gran Vía bilbaína, con pancartas en las que exhibían lemas como 'Stop al gasto militar', 'No a la guerra' o 'El gasto militar para las necesidades sociales'.
«Este 24 mayo nuevamente las mujeres salimos a la calle en todo el mundo en demanda de una paz basada en la justicia social y en denuncia de los actuales conflictos bélicos», han destacado sus portavoces.
Argitan y Kakitzat han lamentado «la cantidad ingente de dinero» que tanto el Gobierno central como el vasco «vía presupuestos» destinan a «la industria militar».
Así, han denunciado que se produzca «un aumento del gasto militar mientras se sigue sin dar solución a los problemas que las mujeres padecen a diario: agresiones, malos tratos y asesinatos, precariedad, brecha salarial y feminización de la pobreza, carencia de servicios sociales, prestaciones y pensiones dignas, desahucios y acceso a una vivienda y alternativa habitacional adecuada, falta de recursos comunitarios de cuidados públicos con ratios de atención de calidad en guarderías y residencias de la tercera edad».
Por ello, han reclamado que, en palabras de la portavoz de los colectivos convocantes Sheila Fernández, «esa cantidad ingente de dinero que se utiliza para subvencionar a las industrias armamentísticas se derive a otras necesidades» para contribuir a una sociedad «más justa».
Objeción fiscal
Los dos colectivos vizcaínos han reivindicado que, «ante la realidad de recortes», han apostado por «la objeción fiscal a los gastos militares». «Nos negamos a colaborar económicamente en la financiación de las guerras», han subrayado.
Este acto de «desobediencia civil», han explicado, consiste en «dejar de pagar parte de los impuestos para destinar esa cantidad a iniciativas que trabajen en la construcción de alternativas de carácter solidario».
Según han alertado, «este año cada persona va a destinar mediante impuestos 700 euros a financiar las guerras» porque «la enorme cantidad de dinero destinado a subvencionar el militarismo o las fábricas de armas vascas proviene de los impuestos».
Por ello, las organizaciones convocantes de esta movilización han defendido «la objeción fiscal como una herramienta que persigue exigir que los innecesarios gastos militares se destinen a necesidades sociales y a recursos sanitarios para hacer frente a la crisis y las actuales situaciones de desigualdad agravada por el conflicto bélico en Ucrania».