Agentes de la Guardia Civil han desmantelado dos plantaciones de marihuana ubicadas en dos urbanizaciones de lujo de Altea (Alicante), que estaban vigiladas con cámaras de seguridad y seis perros de razas consideradas potencialmente peligrosas. Además, han detenido a siete personas, acusadas de delitos contra la salud pública.
Las investigaciones se iniciaron en el mes de enero de este año, a través de un correo anónimo de colaboración ciudadana donde se daba cuenta de la posible existencia de dos plantaciones de marihuana tipo 'indoor' en el término municipal de Altea, según ha indicado el instituto armado en un comunicado.
En una primera fase de la operación, el Puesto Principal de la Guardia Civil de Altea localizó las plantaciones en dos urbanizaciones de lujo de Altea e identificó a los supuestos miembros de la banda. Se trataba de cinco hombres y dos mujeres, de edades comprendidas entre los 21 y 42 años edad y algunos de ellos con antecedentes policiales por otros hechos.
El líder del supuesto grupo criminal y otro de los investigados tenían un establecimiento hostelero en Altea, mientras que el resto de los miembros presuntamente ayudaban en la logística, seguridad y mantenimiento de las plantaciones. La seguridad y vigilancia de las plantaciones supuestamente estaba reforzada por un «complejo sistema» de cámaras de seguridad y seis perros de razas considerados potencialmente peligrosos.
El pasado 25 de abril, los agentes realizaron dos registros simultáneos en las viviendas investigadas y otro en el establecimiento hostelero. Para estas actuaciones, contaron con el apoyo de miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) de Alicante y de la Policía Local de Altea, además del agente Oso, un can y miembro de este último cuerpo policial.
En esta operación, han intervenido 312 esquejes y 216 plantas de marihuana, 9,54 kilos de cogollos de la misma droga, 13.650 euros en efectivo, diversos dispositivos informáticos, cuatro vehículos a motor y material utilizado para el cultivo de la droga.
Dentro de las viviendas, y sin permiso de sus dueños, los presuntos delincuentes habían modificado la distribución de las estancias y realizados enganches ilegales a la red eléctrica para hacer «más eficientes y rentables» las plantaciones causando un perjuicio económico de 36.906 euros.
Los siete miembros de la banda han sido detenidos y se les han imputado los delitos contra la salud pública por el cultivo de la droga, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a organización o grupo criminal.
Todos los detenidos, junto con los efectos intervenidos, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción nº 2 de Benidorm, quien ha decretado la puesta en libertad de todos ellos con la imposición de medidas cautelares.