El sindicato UGT-Euskadi ha reclamado que la Inspección de Trabajo y el Instituto vasco de Seguridad y Salud Laborales, Osalan, deben destinar «más medios» para afrontar los problemas de salud mental de origen laboral.
Con motivo de la conmemoración este viernes del Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo, UGT-Euskadi ha celebrado, en su sede en Bilbao, unas jornadas sobre la investigación de los accidentes e incidentes de origen psicosocial, así como las actuaciones de la Inspección de Trabajo en esta materia.
A su términos, los delegados del sindicato se han concentrado en la plaza Moyua bajo el lema 'Por un derecho a la seguridad y salud en el trabajo real y efectivo', en la que se ha recordado a los trabajadores que han perdido la vida en accidentes de trabajo o por enfermedades de origen laboral.
El secretario de Salud Laboral de UGT-Euskadi, Juan Carlos Cárdenas, ha lamentado que a lo largo del año 2022 se han producido 31 accidentes mortales y en los primeros meses de este año 14, de los cuales siete se deben a accidentes no traumáticos, infartos e ictus. «Una tipología de accidente detrás de la cual en muchas ocasiones se puede encontrar problemas relacionados con el estrés laboral, la ansiedad, el acoso y el burnout», ha advertido.
En este contexto, ha reclamado atención a la salud mental de las personas trabajadoras, ante el «elevado» porcentaje de trabajadores con problemas de salud emocional derivados de problemas psicosociales en sus empresas, a los que «raramente se les reconoce el origen laboral de dichas dolencias».
Según ha indicado, «esto está obligando a muchas personas trabajadoras que padecen cuadros de estrés, de ansiedad o depresiones de origen laboral, a recurrir a sus médicos de cabecera en busca de mejoría y, en última instancia, incluso a médicos privados en un intento de acelerar su recuperación».
Por ello, ha exigido tanto a la Inspección como a Osalan que destinen «más medios» a la investigación y seguimiento de los problemas de salud mental de origen laboral, «muchos de los cuales, al negarse las Mutuas a clasificarlos como de origen laboral, no son investigados por estos organismos, lo que obliga a la persona trabajadora a denunciar y luchar incluso en tribunales su reconocimiento».
Cárdenas ha advertido que «la no clasificación de los problemas de salud mental derivados del trabajo como accidentes laborales está provocando no solo que en las estadísticas de siniestralidad laboral desaparezcan este tipo de accidentes, sino que a la par provoca un sobredimensionamiento del número de bajas por esta causa dentro de las estadísticas de las contingencias comunes (donde pueden llegar a representar en torno al 25%), para encima tener que oír que se lanzan dudas malintencionadas sobre la veracidad de este tipo de patologías mentales de origen laboral, así como de su duración».
Desde UGT-Euskadi han demandado «más ambición y valentía» a los gobiernos «para proteger la seguridad y salud de las personas trabajadoras sin ambages, para que no prevalezcan criterios económicos sobre criterios de protección de la salud en el ámbito laboral a la hora de legislar».
Así, ha reclamado una reducción del valor límite de exposición al amianto en el entorno laboral« porque, según ha remarcado, »la ciencia ya nos ha advertido que no hay valor seguro".
A este respecto, ha señalado que la creación del Fondo de Compensación para las víctimas del amianto, «una reivindicación impulsada desde UGT desde hace muchos años junto con las Asociaciones de Víctimas», es un «logro de la lucha sindical» que, sin embargo, tiene «un sabor agridulce» al no establecerse la exención fiscal para las indemnizaciones ni haberse redactado aún el reglamento que fije «unas cuantías dignas».
Según ha denunciado, se está retrasando su puesta en marcha y «demorando de manera injustificada la justicia y reparación que se merecen las personas afectadas y sus familias».
También ha abordado otras cuestiones a las que, a su entender, se debe hacer frente en el ámbito preventivo como las transiciones digital, demográfica y ecológica. «El cambio climático ya está impactando en la seguridad y salud de las personas trabajadoras, como pudimos constatar de manera trágica el pasado verano. Por lo tanto, es indispensable trabajar desde la gestión preventiva para adaptar las condiciones de trabajo al nuevo escenario climático», ha advertido.
En pymes
El responsable de UGT-Euskadi ha vuelto a reivindicar la presencia de una figura que «debería tener entre sus funciones la de hacer visitas a empresas, asesorar en materia de seguridad y salud en el trabajo a las pymes y micropymes, y colaborar en las investigaciones de los accidentes laborales, allí donde no haya representación de las personas trabajadoras».
De este modo, ha añadido, se ayudaría a mejorar las condiciones de seguridad y salud en el trabajo también en las empresas más pequeñas".
Finalmente, ha reiterado el compromiso del sindicato con «la salud de la población trabajadora». Aunque «queda mucho camino por delante», se ha mostrado convencido de que, «con voluntad y esfuerzo de todos los agentes implicados», se conseguirá alcanzar «lugares de trabajo seguros y saludables».