El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha tomado conocimiento de las obras de emergencia para la estabilización de la ladera y el control del desprendimiento ocurrido a finales de enero en la carretera de acceso a Sierra Nevada (A-395), unos trabajos que buscan mejorar la seguridad vial en esta carretera al reparar los daños producidos por la caída de más de 8.000 toneladas de rocas y otros materiales a la altura del punto kilométrico 16+150.
El informe recuerda que el desprendimiento obligó a cortar a la circulación la carretera A-395, además de provocar daños en varios de los elementos funcionales de una carretera cuya intensidad media diaria de circulación asciende a 2.838 vehículos y que, en los fines de semana de temporada de esquí, supera los 13.000 vehículos al día.
El mismo día del suceso, la Consejería de Fomento Articulación de Territorio y Vivienda requirió la presencia de una empresa especialista en movimiento de tierras y con maquinaria de gran tonelaje, lo que permitió iniciar los trabajos de retirada de material y que la carretera se reabriese al tráfico a los pocos días.
Dado el riesgo de nuevos desprendimientos en este tramo de la carretera, que es la principal vía de comunicación entre Sierra Nevada y Granada, se aprobó una resolución para llevar a cabo una obra de emergencia que permitiera reparar los daños causados y garantizar la seguridad vial. El coste de los trabajos, que actualmente están al 38 por ciento de ejecución, se estima en algo más de un millón de euros.
Las medidas adoptadas tras la retirada de la calzada del material desprendido y el establecimiento de un itinerario de subida y bajada a la estación de esquí de Sierra Nevada han consistido en la ejecución, en el borde de la vía, de un muro de defensa como contención de posibles desprendimientos y la creación de bancales que sirvan de amortiguamiento ante posibles caídas de nuevas rocas de grandes dimensiones en la parte baja de la ladera, compuesta por un material más deleznable.
Asimismo, para lograr la estabilización del firme se encargó un estudio de geotecnia cuyo informe plantea la estabilización de la ladera mediante diferentes soluciones en función del tipo de material, presencia de fracturas y situación con respecto a la carretera.
Entre las medidas contempladas se incluyen la formación de bancales definitivos en la zona de depósitos coluviales (materiales sueltos); la retirada controlada de rocas sobresalidas del talud; la colocación de una red de cable para la sujeción de grupos de piedras; la instalación de malla en talud para el sostenimiento de pequeño material desprendido, y la construcción de un muro de escollera al pie del talud tras la formación de bancales.
En lo que respecta a la calzada, la actuación incluye la reparación en la zona donde la caída de rocas provocó daños, así como la reposición del drenaje, biondas y señales dañadas. Las obras incluyen asimismo la canalización de la fibra óptica de la DGT, que fue dañada por el desprendimiento.