Once organizaciones aragonesistas del ámbito sindical, cultural y
político se han unido con motivo del 23 de abril, Día Nacional de
Aragón. En el acto, celebrado en la Plaza Aragón de Zaragoza, se ha
leído el manifiesto 'Aragonesismo activo. Aragón vivo', suscrito por
Chunta Aragonesista, Alazetal, Estado Aragonés, CUT, Renaxer, Aragón
Despierta, OSTA, Fundación Gaspar Torrente, Partido Carlista de Aragón, Rolde de Estudios Aragoneses y SOA.
En el texto común, las organizaciones firmantes abogan por «un Aragón más solidario, más libre, más culto, más diverso, más dinámico y más reivindicativo de lo propio, que potencie su paisaje desde el respeto de sus cualidades naturales con nuestro medio ambiente».
El manifiesto defiende al aragonesismo como herramienta «que debe de servir para conocernos mejor y poder crecer como pueblo, defendiendo nuestras lenguas que son un patrimonio de valor incalculable, desarrollando proyectos educativos que incluyan las diversidades aragonesas, exigiendo la protección y rehabilitación de nuestro descuidado y abandonado patrimonio, que en muchas ocasiones lo destruimos por incultura, por intereses de algunos pocos o lo dejamos desvanecerse en el olvido que deriva en su ruina».
"Somos los aragonesistas que defendemos lo público, la sanidad, la
educación, unos servicios dignos, los que queremos que se desarrolle un modelo económico diferente que sea redistributivo y justo, somos el aragonesismo que defiende la naturaleza, el paisaje y a los paisanos y paisanas, no podemos dejar destrozar nuestro territorio natural para que algunos ganen más y más dinero, sin importarles los destrozos medioambientales como Canal Roya", añade el texto.
Por último, las organizaciones firmantes reclaman «un marco aragonés de relaciones laborales para que podamos determinar cómo queremos nuestro mercado laboral aragonés». Además, comparten la necesidad de «profundizar en nuestro autogobierno, con una financiación adecuada, adaptada a nuestro territorio que nos dote de recursos para poder desarrollarnos en igualdad de condiciones», y el reconocimiento de «la deuda histórica del Estado con Aragón».