El candidato de ERC a la Alcaldía de Barcelona, Ernest Maragall, ha asegurado que no investirá a la candidata de BComú, Ada Colau, como alcaldesa y ve determinante la campaña para el escenario postelectoral: «Yo no haré alcaldesa a la señora Colau, en ningún caso».
En una conferencia este viernes dentro del ciclo 'Objectiu Barcelona' organizada por Barcelona Global y La Vanguardia, el candidato de ERC ha dicho que la campaña será «más de desempate, más interesante, más divertida, pero más determinante y más decisiva».
Ha acusado a los socialistas de estar «españolizando» las elecciones municipales para condicionar pactos en otros ámbitos u otras instituciones, y ha opinado que este planteamiento convierte a Barcelona en un objeto en lugar de un sujeto, según él.
«¿Somos Barcelona o somos una pieza en un juego de ajedrez?», ha cuestionado el líder republicano en la capital catalana, que ha dicho que en lo que queda para las elecciones quiere promover su distinción entre el resto de proyectos para la ciudad y que será a partir de los resultados electorales cuando habrá que hablar de pactos.
Trias, "instalado en 2011"
Ha replicado al candidato de Junts, Xavier Trias, que propuso una consulta ciudadana sobre la unión del tranvía por la avenida Diagonal: «Sigue instalado en el año 2011», ha opinado, porque sigue pensando en posibles decisiones que ya están tomadas y ve irresponsable no partir de la situación actual.
En este sentido, Maragall ha abogado por trabajar en las inversiones hechas para demostrar --en sus términos-- que hay una optimización y que no hay «efectos negativos» para la Diagonal ni como espacio público ni como espacio de actividad económica.
También se ha desmarcado de las declaraciones del alcaldable Trias sobre poner «alfombras rojas» a las empresas porque, a su parecer, hay que apostar literalmente por el entendimiento, el compromiso y la responsabilidad, con un sector público que pueda apuntar a estrategias colectivas, ha detallado el líder de ERC.
Más allá del eixample
También sobre movilidad, Maragall ha dicho que no seguirá con el modelo de 'supermanzana' planteado por el Gobierno de Colau, porque «está produciendo efectos contraproducentes y secundarios» como la gentrificación, la alteración en la red social, y también en la comercial y de actividad económica y en los hábitos de uso de la ciudad.
Cree que «el Eixample es demasiado importante para utilizarlo como un instrumento de regulación de la movilidad», por lo que ha avanzado que presentará una propuesta para el aplacamiento de reducción del tráfico en el conjunto de la ciudad, de forma equitativa y globalmente distribuida.
Para abordar la vivienda, ERC plantea en Barcelona «multiplicar por más de cuatro el ritmo actual» de construcción y su candidato ha fijado como objetivo mínimo hacer 5.000 viviendas cada año en un total de 20.000 para todo el mandato, de los cuales 8.000 serán de tipo protegido y asequible.
De la norma del 30% de reserva de nuevas promociones a vivienda protegida, Maragall ha dicho que hay que revisarla a favor del acuerdo y la complicidad con el sector privado y a fin de que no sea «una excusa» para no invertir en la construcción de vivienda, pero ha considerado que deben existir este tipo de normas.