El PPCV ha actualizado su reforma fiscal para «ajustarla a la nueva realidad económica» de la Comunitat Valenciana y eleva así el ahorro total a los contribuyentes a 1.750 millones, 220 más que en su anterior propuesta de hace un año. De este modo, las rentas de menos de 35.000 euros --el 80% de los contribuyentes-- serán las que menos impuestos paguen de toda España y «nadie» pagará más del 50% de su renta.
La propuesta, que será aplicable con efecto de 1 de enero de 2023 si ganan las próximas elecciones autonómicas, incluye además de diez deducciones de carácter económica y social -- por gastos en salud mental, bucodental, alzhéimer o enfermedades crónicas-- que supondrá un ahorro de 100 millones para 1,9 millones de valencianos.
Así, lo ha señalado este miércoles el presidente del PPCV, Carlos Mazón, en la presentación de esta propuesta «muy ambiciosa» para «aliviar» el «infierno fiscal» al que somete el Gobierno de Ximo Puig a los valencianos al bajar la presión fiscal un 13,21%.
Al respecto, ha asegurado que con esta reforma se prevé reducir el paro dos puntos hasta el 11%, aumentar 1,5 el PIB, reducir el déficit un 0,5% y aumentará el consumo medio de los hogares un 1,98% gracias a «la reactivación económica que generará», lo que se «traducirá en una mejora de los servicios sociales». En ese sentido, ha explicado que habrá una simplificación de tramos, pero también se eliminará el «carácter confiscatorio» actual de forma que nadie pagará más del 50% de su renta.
Mazón se ha comprometido a hacer «una reflexión permanente y anual» para ajustarse «siempre a la realidad fiscal porque los impuestos no vienen para quedarse sino que hay que actualizarlos a la situación asfixiante que viven hoy los valencianos»: «Hoy no presentamos un programa electoral sino un plan de gobierno para la anualidad 2023-2024».
En ese sentido, ha detallado que los valencianos, con un salario nueve puntos inferior a la media y una renta per capita 12,6% inferior, tienen además, junto a Cataluña, el «peor sistema fiscal en competitividad». Por ello, se revisará el IRPF y se simplificarán los tramos: la tarifa estatal --que supone el 50% del impuesto-- tiene 6 tramos, que van del tipo mínimo del 9,50% a un tipo máximo del 24,50% y frente a los 11 tramos del Gobierno de Ximo Puig, que van
del 9,00% al 29,50%, el PP plantea una tarifa autonómica de 7 tramos, que irán del 8,75% para las rentas más bajas al 24,50% para las rentas más altas".
La nueva tarifa supone una bajada media de un 10% sobre la última tarifa del Botànic, pudiendo llegar a un 40% con las nuevas deducciones. «Las rentas bajas y medias son las grandes beneficiadas de la rebaja del IRPF», ha recalcado.
Así, ha explicado que al fijar el tipo mínimo en el 8,75% --el segundo más bajo después del 8,50% de Madrid-- y al haberse incrementado el mínimo personal y familiar hasta un 10% más del tipo estatal «se logra ser el lugar de España donde menos pagan las rentas bajas y medias hasta los 35.000 euros», ha insistido.
10 nuevas deducciones
Además, si el PPCCV gobierna tras el 28 de mayo aplicará 10 deducciones fiscales de carácter social y económico. Así, se aplicará una deducción de 350 euros para las personas mayores de 65 años que acojan en su casa a un descendiente, que serán de 600 euros si son dos descendientes o más.
Para estimular la economía habrá tres nuevas deducciones para los incentivar a los más de 360.00 autónomos que hay en la Comunitat que serán acumulables entre sí y se suman a la cuota cero: deducciones de 250 euros para los autónomos menores de 35 años o mayores de 50 años que se den de alta siempre que no hayan sido autónomos anteriormente y mantenga su negocio dos años; una deducción de 150 euros por contratación del primer empleado, que serán de 250 euros si el contratado es mayor de 45 años; y una deducción de hasta 250 euros por el 10% de las inversiones realizadas en su negocio que hagan autónomos menores de 35 años, mayores de 50 o con discapacidad.
Asimismo, se aplicarán deducciones relacionadas con la salud: de hasta 300 euros por el 30% de los gastos generados por cualquier patología asimilada a problemas de salud mental y de hasta 200 euros por el 30% por enfermedades crónicas de alta complejidad o las denominadas raras o minoritarias -se aumenta hasta 300 euros si la unidad familiar es familia numerosa-, así como deducciones de hasta 200 euros por el 30% de los gastos generados por daño cerebral adquirido o alzhéimer -que se aumentará hasta 300 euros si la unidad familiar es familia numerosa-.
También habrá deducciones de hasta 300 euros por el 30% de los gastos vinculados a la salud bucodental y de hasta 200 euros por el 30% de los gastos de salud visual, como lentillas o gafas con graduación. Por último, se prevé una deducción de hasta 300 euros por el 30% de los gastos generados por prácticas deportivas y saludables, incluidos los gastos federativos.