El Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada cuenta con una consulta específica para trastornos del movimiento como el Parkinson, enfermedad que conmemora este martes su Día Mundial, en la que realiza su labor la técnico de cuidados auxiliares de enfermería Raquel Jiménez que, este martes, ha recibido un reconocimiento de la asociación de Parkinson Granada en el acto que celebra cada año en este día, por su implicación, colaboración y disponibilidad con esta entidad.
El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común, después del Alzhéimer, y, en la actualidad, constituye un problema de salud por su frecuencia y repercusión sociosanitaria.
En la provincia de Granada hay 3.000 personas afectadas y sus síntomas son la lentitud y dificultad de movimientos, la rigidez, el temblor (no siempre presente) y alteraciones de la postura y marcha. Aunque no existe un tratamiento capaz de prevenir o detener el proceso neurodegenerativo, en las últimas décadas se han desarrollado nuevas estrategias, médicas y quirúrgicas, que han mejorado en gran medida el control de los síntomas de la enfermedad y la calidad de vida de sus afectados.
Este hospital granadino es referente en la cirugía de trastornos del movimiento para reducir los síntomas desde el año 1995. La intervención consiste en acceder a determinadas zonas del cerebro que tienen una actividad anómala con el fin de actuar sobre ellas para minimizar esta actividad. En concreto, se llega a una zona del cerebro denominada núcleo subtalámico donde se implantan uno o dos electrodos que posteriormente se conectan a un generador de corriente eléctrica que se sitúa debajo de la piel del abdomen.
Este tratamiento quirúrgico no erradica la patología ni la progresión de la misma, sino que minimiza los movimientos involuntarios y la lentitud de los mismos, la rigidez y el temblor, lo que incide en una mejor la calidad de vida.
Hasta la fecha, un equipo multidisciplinar de Neurología, Neurocirugía, Neurorradiología y Anestesiología ha mejorado la vida de 450 pacientes con técnicas de estimulación cerebral profunda, el 80 por ciento con enfermedad de Parkinson, también otros tipos de temblores y distonía.