Los comerciantes de Barcelona piden al próximo gobierno que salga de las elecciones municipales de mayo «diálogo efectivo y real» y planificar la movilidad de manera ordenada para que no afecte a la actividad económica.
Las asociaciones Barcelona Comerç y Barcelona Oberta, consultadas por Europa Press, han coincidido en apostar por la colaboración público-privada, «una buena herramienta», y mantener una relación constante con la administración para preservar el comercio, además de una promoción continuada.
El presidente de Barcelona Comerç, Pròsper Puig, ha valorado que la actuación en este mandato municipal ha sido desigual: «Decisiones y actuaciones que han funcionado en algunos ejes no lo han hecho en otros, y viceversa», por lo que ha apostado textualmente por aplicar cirugía fina.
Defiende apostar por una movilidad más sostenible, pero no se puede «echar al vehículo privado sin antes crear los recursos» que aseguren que se podrá continuar llegando a la ciudad o moverse por ella y también que no se afecta a la actividad económica.
«Barcelona tiene un sistema de movilidad complicado y cada vez lo será más; por lo tanto, la gente no se desplazará de barrio a barrio para comprar», según Pròsper, y ha advertido de que el comercio céntrico puede perder poder de atracción porque cree que solo dependerá del turismo.
Además, ha reclamado más agilidad administrativa y regular las áreas comerciales de las estaciones de Sants y La Sagrera como las del Aeropuerto de Barcelona, con acceso restringido a los viajeros: ha dicho que en Barcelona hay muchísimo comercio «y, justo en ambas zonas, sobran también centros comerciales».
"hemos echado de menos apoyo"
En cuanto a Barcelona Oberta, ha afirmado: «Hemos echado de menos apoyo y diálogo en otras áreas clave para el comercio como puede ser el urbanismo. Nuestra entidad siempre ha estado dispuesta a hablar desde la colaboración público-privada y en muchos casos nos ha faltado tener esta oportunidad».
Sin embargo, ha destacado el «diálogo productivo» respecto al área de promoción económica y seguridad, que ha desembocado en una mejor colaboración público-privada, ha dicho textualmente.
La asociación considera que el comercio «se está recuperando bastante bien de la pandemia», a excepción del distrito de Ciutat Vella, donde creen que se han instalado comercios con poco valor añadido que restan atractivo en la zona, por lo que piden un plan estratégico integral que revierta la situación.
Horarios comerciales
Respecto a la ampliación de los horarios para que los comercios puedan abrir domingos y festivos de 12 a 20 horas, entre el 15 de mayo y el 15 de septiembre, en zonas turísticas de la ciudad, el presidente de Barcelona Comerç ha pedido al Ayuntamiento más indicadores para poder valorar realmente los resultados y «a quien beneficia esta medida, si al comercio local o solo a las grandes marcas».
Y Barcelona Oberta ha apostado por mantener el acuerdo este año porque considera que la ciudad requiere unos horarios a la altura, con apertura desde primavera hasta otoño: «No tiene ningún sentido que las tiendas estén cerradas por Semana Santa».
Sobre el plan de usos del Eixample, Barcelona Comerç ha destacado que el plan permite combinar tiendas y ocio, y lo considera «una buena herramienta para acabar con el monocultivo», mientras que Barcelona Oberta no está de acuerdo con la propuesta final, por lo que espera que se revise dentro de un año.