La economía vasca ha entrado, por primera vez desde marzo de 2021, en la zona de crecimiento suave al moderarse el consumo privado y la inversión, después de que haya quedado por debajo del listón de los 100 puntos en el termómetro de marzo elaborado por el Departamento de Economía y Hacienda.
En un comunicado, el Gobierno vasco ha subrayado que los «signos claros de desaceleración» en la actividad económica global apreciados en los últimos meses tiene «su reflejo en la economía vasca» que en marzo se situó, por tanto, en 98,2 puntos, mientras que en febrero se había situado en 101,1 puntos.
Según el Departamento de Economía y Hacienda, el descenso de casi tres puntos respecto al mes de febrero se explica por la «moderación» del crecimiento del consumo privado y de la inversión. Por el lado de la oferta, el sector servicios justifica la mayor parte del descenso del indicador, mientras que en la industria la caída «es más leve» y mantiene todavía una tasa de crecimiento «sólida». Por su parte, el mercado de trabajo continúa mostrando «su fortaleza en todos los sectores productivos».
El Ejecutivo autonómo ha subrayado que esta desaceleración es el resultado de un contexto caracterizado por «la concurrencia simultánea de múltiples perturbaciones adversas, las persistentes presiones inflacionistas y el consiguiente endurecimiento del tono de las políticas monetarias».
Según ha recordado, desde abril de 2021, la economía vasca se mantenía en la zona de «crecimiento sólido» y fue en mayo de ese año cuando alcanzó su mejor registro en este termómetro de la economía vasca (145,5 puntos). Por su parte, 2022 se cerró con 113,1 puntos.