El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, clausura este domingo la Convención Municipal del PSC en L'Hospitalet del Llobregat (Barcelona), en un acto que pondrá fin a una semana de debates sobre temas estratégicos para el partido ante las elecciones municipales.
En el acto, que se celebrará en el auditorio de La Farga, también intervendrán el primer secretario del PSC, Salvador Illa; el alcaldable por Barcelona, Jaume Collboni, y la alcaldesa de L'Hospitalet y presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín.
La Convención Municipal del PSC arrancó este lunes: a lo largo de la semana ha acogido debates sobre espacio público, seguridad, salud, educación e igualdad, entre otros temas, en una veintena de mesas redondas con 60 candidatos socialistas retransmitidas 'online' y en directo.
Bajo el lema 'En marcha', el PSC afronta la precampaña de las municipales con la voluntad de reivindicarse como una fuerza que apuesta por la política útil y para la que los ayuntamientos son el ámbito del acuerdo «por excelencia».
Así lo sostuvo Illa en el discurso de apertura de la Convención, cuya clausura este domingo servirá para recoger las principales conclusiones de todos los debates y orientar los programas electorales socialistas para las municipales.
También en el marco de la convención, el PSC premió este sábado por sus valores europeos al Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.
Diálogo y petición de indulto a borràs
Sánchez llega a Catalunya en una semana marcada por la condena a la presidenta suspendida del Parlament y líder de Junts, Laura Borràs, por prevaricación y falsedad documental y el regreso y detención de la exconsellera y eurodiputada Clara Ponsatí tras cinco años en el extranjero.
Desde Pekín (China), y preguntado sobre un posible indulto a Borràs, tal y como ha pedido el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), Sánchez sostuvo este viernes que la condena a Borràs es «un caso flagrante de prevaricación y de mal uso de los recursos públicos».
No obstante, precisó que la sentencia no es firme y el Tribunal Supremo (TS) deberá pronunciarse antes que el Gobierno sobre la condena a Borràs a cuatro años y medio de cárcel y 13 de inhabilitación por fraccionar contratos y adjudicarlos a dedo con contratos falsos cuando presidía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).
En cuanto a Ponsatí, el Gobierno ha mantenido que su regreso del extranjero representa los «últimos coletazos de la Catalunya del pasado», en alusión a 2017 y el 1-O.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, aseguró el miércoles que le llamaba mucho la atención cómo quienes vivieron del conflicto en 2017 ahora intentan sobrevivir en 2023, en sus palabras, con «teatros como el de ayer para tener un minuto de telediario».
El diálogo ha dado sus "frutos"
El último mítin del PSC al que asistió Sánchez, en plena tramitación de la reforma para eliminar la sedición y reformar la malversación, el presidente reivindicó las decisiones «arriesgadas» del Gobierno para desjudicializar el conflicto catalán.
Ese acto, que reunió a 1.200 personas en el Palau de Congressos de Barcelona, se celebró a principios de diciembre, cuando aún estaba en el aire la celebración de una mesa de diálogo entre el Ejecutivo y la Generalitat a finales de año --que finalmente no tuvo lugar--.
La Moncloa considera que el diálogo ya ha dado sus «frutos» y que la situación de Catalunya es ahora distinta a la de 2017, mientras que el Govern, que mantiene que el conflicto sigue abierto, está inmerso en su propuesta para un acuerdo de claridad que prevé presentar al Ejecutivo este año.
La clausura de la convención del PSC este domingo coincide con el acto de Sumar en el que la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, anunciará si se presenta como candidata a las generales en una plataforma a la que aún está por ver si se sumará Unidas Podemos.