Más robos de aceituna, mayor cantidad sustraída y mayor número de personas investigadas por la Guardia Civil. Ese es el resumen, a falta del cierre con los datos definitivos, de la última campaña de aceituna 2022/2023 que ha concluido con 162 robos denunciados, uno 60 por ciento más que en la campaña anterior cuando se denunciaron 101 delitos de este tipo. La cantidad de lo sustraído se ha elevado hasta los 259.893 kilos frente a los 201.961 robados en la campaña 2021/2022, lo que supone un incremento del 28,6 por ciento.
La subdelegada del Gobierno de España en Jaén, Catalina Madueño, ha indicado a Europa Press que la campaña ha presentado una «especial singularidad», motivada por la escasez de la cosecha y el incremento de la cotización del precio del aceite de oliva, con precios en origen que han superado los cuatro euros por kilo.
«Ambos factores han hecho que la aceituna se haya convertido en un producto muy codiciado por los ladrones», ha dicho Madueño, no sin añadir que es «una tendencia que ya se percibió en la campaña anterior, en la que incluso se detectó la presencia de bandas organizadas, dedicadas a saquear el fruto de los olivares».
El operativo especial de la Guardia Civil de Jaén para prevenir los robos en el campo durante la recolección de la aceituna ha contado con más de 1.200 agentes. La última campaña ha venido marcada por una importante merma en la cosecha, debido fundamentalmente a la sequía, y por un aumento de los precios.
Los casi 260.000 kilos cuyo robo se ha denunciado están valorados en 161.000 euros. En la campaña 2021/2022, los cerca de 202.000 kilos robados se valoraron en 82.881 euros. El valor de lo robado ha sido el doble, aunque la cantidad sustraída sólo han aumentado un 28,6 por ciento respecto a la campaña 2021/2022.
Madueño ha felicitado a la Guardia Civil por su «gran labor» a la hora de mejorar los niveles objetivos de seguridad en el ámbito rural, evitar que se produzcan las sustracciones, y dar una respuesta cuando se registran los hechos delictivos.
El trabajo específico del Instituto Armado se ha centrado en un incremento de la presencia de los agentes en las zonas rurales y en consolidar la colaboración y la participación de todos los protagonistas en la campaña agrícola.
Desde la Guardia Civil ya se planteaba la campaña como «un poco incierta», por la menor producción pero también por la experiencia de la campaña 2021/2022, en la que se registraron más robos que en las anteriores por el precio en aumento del aceite de oliva.
En la campaña 2020/2021, el aceite estaba a 2,80 euros el kilo, en la 2021/2022 subió a 3,6 euros, y en la campaña 2022/2023 se han superado los cuatro euros por kilo. De este modo, ha habido labores de prevención, con un mayor incremento de la vigilancia en los tajos y en los lugares de compra, y también de investigación, a través de las unidades de Policía Judicial, del Seprona y de los seis equipos específicos ROCA que trabajan en la provincia.
Tanto es así que el número de investigados en la campaña 2022/2023 ha sido de 101 frente a los 40 de la campaña 2021/2022. Las detenciones por robo también han bajado, y se ha pasado de ocho en la anterior a cinco en la campaña que acaba de terminar, dato que todavía no está cerrado definitivamente por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Además, la Guardia Civil ha logrado recuperar un 21,8 por ciento de lo robado en la campaña 2022/2023, con 56.862 kilos entregados a sus legítimos propietarios. Se trata de un porcentaje muy similar al de la campaña 2021/2022 cuando se recuperó un 22,1 por ciento de los robado, lo que se tradujo en 44.730 kilos.