La plaza Salamero de Zaragoza ha abierto al público este jueves después de tres años de obras y ofrece mayor zona peatonal al eliminar el 35 por ciento de espacio que ocupaban los vehículos, además dispone de juegos infantiles, sombras formadas por plantas trepadoras sobre sogas dispuesta a modo de toldos y una cortina de agua con un dispositivo que permite hacer proyecciones audiovisuales.
El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, y el consejero municipal de Urbanismo y Equipamientos del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano, han recorrido este nuevo espacio y tras la inauguración han presenciado un espectáculo con zancudos ataviados con trajes florales que también han seguido numerosos vecinos.
Esta obra ha concluido después de tres años de obras cuando se produjo el colapso de la techumbre de la primera planta del parking subterráneo. El fallo constructivo obligó a levantar toda la losa que cubría la plaza original, estabilizar la estructura y reconstruir la plataforma superior del aparcamiento y la posterior reurbanización de la plaza.
El nuevo diseño, al eliminar el tránsito de los vehículos, convierte a la plaza en un lugar de encuentro o ocio a cota cero y con la salida y entrada del aparcamiento por calles diferenciadas. Precisamente, la salida por la calle Morería ha supuesto la protesta de unos vecinos del inmueble número 1 que piden la instalación de bolardos retráctiles que delimite la acera de la calzada para evitar atropellos, especialmente de las personas mayores. Los pliegos de licitación del parking ya han salido para su futura explotación.
El centro de la plaza ofrece abundante vegetación en diez parterres que semejan pequeñas colinas, rodeadas de bancos y sobre las que se sustentan estructuras que además de nebulizadores de agua, cuentan con un entramado de 11 kilómetros de soga en las que se comienza a apreciar la acción de las plantas trepadoras. La idea es que creen un área natural que mitigue la isla de calor.
En el parterre de la esquina con la calle Azoque se ha colocado tres de los once olivos que tenía antes la plaza y en total se contabiliza 17 árboles de tipo multironco y 63 metros lineales de especies trepadoras.
El diseño
Las dos zonas de juegos infantiles suman 245 metros cuadrados que dan respuesta a las necesidades de los centros educativos del entorno. Además se ha habilitado un graderío en el centro para actuaciones culturales y en cuyo suelo se pueden ver distintos juegos de mesa para que sea un espacio intergeneracional.
También se ha instalado un quiosco para mantener la tradicional venta de flores y plantas que se tendrá que sacar a licitación y al lado está el ascensor para bajar al aparcamiento.
Las seis cajas de cristal que delimitan la plaza albergan los acometidas de servicios, la ventilación del aparcamiento y cuadros de mando, además de los accesos de escaleras.
Una de estas estructuras contiene una vitrina donde se recogen elementos históricos encontrados en las catas arqueológica previas a las obras, como cuatro fragmentos pavimento de canto rodado del siglo XVI, que se localizó en el entorno de la calle Morería y que posiblemente perteneció al convento de Santa Fe que estaba en la zona.
Novedades
Uno de los elementos más demandados por los vecinos en el proceso de participación para consensuar el diseño de la plaza ha sido la introducción de elementos tecnológicos como es la cortina de agua de 9 por 5,5 metros que lleva incorporado un sistema audiovisual y de sonido que permite proyección e iluminación especial.
Esta singular fuente corona el espacio central de la plaza, abierto y diáfano, que permite celebrar actividades ciudadanas, pero que además abre la línea visual desde la calle de Cinco de Marzo, permitiendo ver la fachada, al fondo, de la Iglesia de Santiago el Mayor.
Otra novedad de la plaza es la iluminación led con dos tiras que bordean las estructuras y que ofrece un aspecto diferente por la noche, evitando que sea una zona oscura.
El presupuesto
Todos los trabajos para crear el exterior de la nueva plaza han supuesto una inversión cercana a los 3,8 millones de euros, a lo que se suma la urbanización del entorno de la calle de Teniente Coronel Valenzuela, por 480.000 euros, y la construcción de una nueva rampa de salida del parking, por 800.000 euros.
El resto de la inversión se refiere a todas las actuaciones que se realizaron durante cerca de dos años para la estabilización de la estructura, el cambio de la losa superior afectada por el fallo de tipo constructivo, y las obras de emergencia relaciones y acometidas con la excepcional y sobrevenida situación que se originó en 2020.
Aspecto jurídico
Todo ello deberá repercutirse a la empresa constructora de la instalación, ha subrayado el alcalde, Jorge Azcón, tras recordar que se dispone de una sentencia judicial que «evita que se pague con los impuestos de los zaragozanos, sino que sea el concesionario».
En mayo de 2022, el Juzgado Contencioso-Administrativo número 4 de Zaragoza ya desestimó el recurso interpuesto por Indigo Infra España contra la actuación administrativa por la que se declaró la ruina inminente parcial de la losa superior del parking de Salamero y el procedimiento de emergencia empleado a tal efecto.
La sentencia concluía que la actuación municipal «no fue arbitraria, sino conforme y ajustada a derecho» y entendió «acreditada la situación de ruina inminente de la losa de conformidad con todos los informes efectuados». Añadía asimismo que la exposición de motivos municipales era «exhaustiva, perfectamente razonada, coherente y sin fisuras» y entendía «probado que el apuntalamiento y la descarga realizada de inicio resultaron absolutamente necesarias en un primer momento como medidas provisionales tendentes a evitar el fallo inmediato de la construcción porque ya se estaba en una situación de colapso».
Espacio de convivencia intergeneracional
En su intervención, el consejero municipal de municipal de Urbanismo y Equipamientos del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano, ha aportado algunos datos como los 9.088 metros cuadrados que suman las obras de urbanización y los 1.447 metros cuadrados que ocupan las especies vegetales, como resultado del proceso participativo que durante un mes ha permitido que los ciudadanos expusieran sus preferencia a través de la página web.
Serrano ha pedido disculpas a los vecinos por las molestias ocasionadas estos tres años de obras y ha subrayado que «lo mejor» es que los ciudadanos podrán vivir un espacio que tendrán una función distinta que no se asociará a un área de oscuridad y con barreras arquitectónicas, sino que será un lugar de convivencia intergeneracional".