El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha asegurado que los Mossos d'Esquadra detuvieron a la exconsellera y eurodiputada Clara Ponsatí siguiendo las órdenes del juez a su regreso a Catalunya: «Cuando hay una orden judicial de detención, no hay margen para el debate político».
«Las detenciones en Catalunya no son políticas, son por orden judicial o cuando hay un delito flagrante y la policía actúa, que no fue el caso», ha afirmado este jueves en una entrevista de la Ser Catalunya recogida por Europa Press.
Aragonès ha sostenido que la inmunidad de Ponsatí pasaba «por delante» de la orden del Tribunal Supremo (TS), aunque ha subrayado que si fue ilegal o no lo determinará la justicia.
El presidente ha explicado que se enteró por la prensa del regreso de Ponsatí desde Bélgica, tras cinco años en el extranjero, y ha celebrado que haya podido volver «en unas condiciones mejores que hace meses» y sin riesgo de cárcel.
Lo ha dicho en alusión a la reforma del Código Penal negociada y avalada por ERC para eliminar la sedición y reformar la malversación que, según Aragonès, ha permitido generar «unas condiciones nuevas» que han facilitado el regreso de Ponsatí --ahora solo está investigada por desobediencia--.
Ante las críticas de Ponsatí a la consellera Meritxell Serret, que se entregó ante el TS y este miércoles afrontó un juicio por desobediencia por el 1-O, Aragonès ha advertido que no hará «confrontación entre los represaliados».
«No contribuiré a hacer grande una grieta que pueda haber entre independentistas», ha dicho, y ha añadido que ERC trabaja para mejorar las condiciones de independentistas y activistas por igual, no solo de su espacio político.
Laura borràs
Aragonès ha rechazado pronunciarse sobre la sentencia sobre la presidenta suspendida del Parlament, Laura Borràs, en la causa de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) comunicará este jueves a las partes.
«A las 12 o poco después lo sabremos y podremos hacer una valoración», ha dicho el presidente, que ha calificado los hechos y la situación de complejos.
Sin embargo, ha puntualizado que la acusación contra Borràs por presuntamente fraccionar contratos y adjudicarlos a dedo con presupuestos falsos es una cuestión «diferente» de la que existe contra Serret, Ponsatí y otros dirigentes de ERC por el 1-O.
«Cada uno es responsable de lo que haya dicho. Es importante poder separar defendiendo siempre el derecho a la presunción de inocencia», ha añadido, sobre el hecho de que Borràs haya asegurado que la causa contra ella es un caso de persecución política.