El Consejo de Gobierno ha acordado instar al Estado a declarar zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil --antigua zona catastrófica-- el área afectada estos días por el incendio de Teruel y Castellón de cara a la reparación de los daños causados.
En concreto, las zonas dañadas incluyen los municipios de San Agustín junto a sus barrios y masías (Caballero, Los Peiros, Mas de Pastores, La García, Mas de Perellanía, La Solana, y Mas de Loma) y de Olba, también con sus barrios y pedanías (Los Baltasares, Los Ibañez, Los Lucas, La Tosca, Los Ramones, Los Villanuevas, El Casucho, Los Pertegaces, La Verdeja, Los Giles, Casa Bolea y La Civera/Artiga).
El pasado 23 de marzo se declaró, dentro del término municipal de Villanueva de Viver, en la provincia de Castellón, un incendio forestal que afectó a una superficie de 850 hectáreas en un perímetro de 15 kilómetros dentro de la provincia de Teruel.
La virulencia de las llamas obligó a desalojar los núcleos de Olba y sus pedanías, así como las masías y barrios de San Agustín. Además, el incendio ha provocado daños ambientales en los montes y bosques de la zona que tardarán años en recuperarse y necesitarán de inversiones para evitar la deforestación y la erosión del terreno.
Asimismo ha habido afecciones en parcelas agrícolas, en cultivos, cosechas e infraestructuras agrarias que son fundamentales para la subsistencia de las y los agricultores y ganaderos de la zona.
La magnitud del incendio está exigiendo contar con medios de extinción propios del Gobierno de Aragón, además de la participación de otros cuerpos de emergencia aragoneses, como el cuerpo de bomberos de la Diputación Provincial de Teruel, Voluntarios de Protección Civil-112, Unidad Adscrita de la Policía Nacional, Guardia Civil y Cruz Roja. También e cuenta con medios de refuerzo de Castilla La Mancha y del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de las brigadas de refuerzo en incendios forestales (BRIF).