El pastelero barcelonés Christian Escribà ha creado para esta Semana Santa «las primeras monas de Pascua a partir de la Inteligencia Artificial» (IA), que venderá con dulces propios o por encargo de un cliente que les plantee algún diseño.
En una entrevista de Europa Press, ha explicado la IA aplicada a la creación le parece «el mejor juguete creativo de la historia de la Humanidad» y que sus posibilidades se pueden extender a la paquetería y el escaparatismo.
Escribà cree que la IA puede servir al sector de la pastelería para crear ahorrando costes y tiempo, además de adaptarse al cliente al máximo, y quiere colaborar con universidades y escuelas de diseño para profundizar en todo eso «entre todos».
El proceso de creación
Cada mona parte de una idea que se introduce con texto en programas de IA, como Stable Difussion y Midjourney, tras lo cual un artesano modela esa idea para obtener una maqueta en 3D (un paso que también podría acabar automatizando).
La pieza obtenida se escanea en 3D para obtener un molde, ya sea en silicona para alimentos o en termoformato, y a partir de ahí surge la mona física.
La tradición
El padre del pastelero, Antoni Escribà (1930-2004), ya empezó crear enormes figuras de chocolate de forma artesanal, y, después de él, el obrador se ha ido sofisticando.
Por ejemplo, al surgir Internet idearon el envío de monas virtuales como regalo que podía llegar a cualquier lugar del mundo, y hace años empezaron a imprimir imágenes en 360 grados encima de los dulces y sobre textura blanda.