Una nueva planta de tratamiento convertirá a Zaragoza en la primera ciudad del mundo en eliminar el cien por cien de sus residuos para convertirlos en metanol e hidrógeno que posteriormente se podrán comercializar.
La consejera municipal de Servicios Públicos y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, Natalia Chueca, y el vicepresidente de OMNI, Jordi Gallego, ha presentado este proyecto en el que colaboran las empresas Urbaser, OMNI y Abacus&Partners y que se llevará a cabo con inversión privada que asciende a 280 millones de euros y que se espera que este desembolso retorne con la posterior comercialización del metanol obtenido a partir de los residuos.
Esta nueva planta de tratamiento de residuos, que sería como una refinería, se ubicará en el Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (CTRUZ), que es uno de los más avanzados de Europa, y supondría cerrar por completo el círculo de la gestión de residuos, ya que tendrán un uso posterior.
Natalia Chueca ha trasladado su «especial ilusión» porque Zaragoza acoja este «importante e innovador proyecto de carácter mundial» del que ha destacado que hay mucho trabajo detrás y «también algo de aventura por romper lo establecido y hacer posible lo imposible».
Ha subrayado que Zaragoza sigue siendo pionera y líder en Europa y en el mundo porque los habitantes de la ciudad reciclan el 53 por ciento de los residuos superando los índices de la Unión Europea, y con este proyecto será la primera ciudad del mundo que alcance el objetivo de cero residuos gracias a la última tecnología que es viable a medio plazo.
Chueca ha avanzado que se invertirá para crear una planta innovadora en el mundo que «transforma la basura en energía», ha sintetizado de una forma gráfica y comprensible por todos los ciudadanos. Ha recordado que al entrar en vigor el nuevo impuesto derivado de la Ley de gestión de residuos supondrá pagar 40 euros por tonelada de este tipo de residuos, pero con esta fórmula se intentará transformar los residuos no reciclables ni valorizables, que van al vertedero donde quedan depositados, en metanol y posteriormente en hidrógeno.
Equivalencia
Son 280 millones de euros de inversión en tres fases hasta 2030. La primera será hasta 2026 con una inversión de los primeros 99 millones de euros para transformar 75.000 toneladas de residuos en 33.000 toneladas de metanol con ahorro de 48.000 toneladas de CO2 y en la segunda en 2028 replicará la primera y la última finalizará en 2030.
Se trata de transformar las 150.000 toneladas no recuperables de residuos en metanol y luego en hidrógeno. Es el equivalente a los residuos que ocupan 15 estadios de fútbol de la Romareda o plantar 16 Bosques de los Zaragozanos o 1,5 millones de árboles en la vida útil de la planta, que se comenzará a construir en el primer trimestre de 2024.
En la primera fase se crearán entre 40 y 50 ya en fase de explotación y en la segunda unos 70 empleos y la última otros 20 más, pero son datos indiciarios, ha preciado Jordi Gallego. La consejera municipal ha agregado que también se generarán puestos de trabajo en el tejido empresarial de la ciudad.
Es una apuesta sin precedentes en Europa y los 280 millones de euros serán de capital privado y autosostenible porque se transformarán residuos en metanol que tiene un valor en el mercado que hará sostenible la inversión, ha abundado Chueca.
Zaragoza pasará a ser una ciudad cero residuos y en 2030 se logrará ser cero emisiones en todo el proceso. «Estamos --ha relatado Chueca-- en el camino de innovar y poner a Zaragoza en el epicentro de la innovación, sostenibilidad y economía circular, implementando nuevas tecnologías y colaborando con empresas privadas para que sea posible. Es un proyecto que tiene inversiones similares a Saltoki u otras grandes inversiones que hemos logrado atraer a la ciudad».
Ambición
El vicepresidente de OMNI, Jordi Gallego, ha explicado que el punto de partida es el CTRUZ que está a la cabeza de lo que se puede lograr en reciclajes y otro punto es la visión de circularidad de Zaragoza que «no es habitual», ha observado. "Zaragoza tiene el ecosistema para lanzar un gran proyecto por la ambición de la ciudad para ser la primera 'zero waste'.
Ha detallado que el procedimiento para convertir residuos en metano es mediante un reciclaje químico para fabricar una gas, sin emisiones, con el que se hará otras cosas, como moléculas, que tengan valor para el mercado porque ha de ser autosostenible.
En rueda de prensa, Gallego ha subrayado que «nos la jugamos» porque «hay que evitar el CO2 en todos los lados y especialmente en las ciudades y Zaragoza será la primera que cierre el círculo». Asimsimo ha recalcado el concepto de que el metanol verde renovable con muy baja huella de carbono que se va a producir en el CTRUZ es la «clave».