Seat cerró 2022 con un beneficio después de impuestos de 68 millones de euros gracias al impulso de Cupra, lo que supone un incremento de 324 millones más que el año anterior, cuando obtuvo unas pérdidas de hasta 256 millones debido a la crisis de semiconductores.
Lo han explicado este miércoles en rueda de prensa en Casa Seat en Barcelona el ceo de la empresa, Wayne Griffiths, y el vicepresidente ejecutivo de Finanzas e IT, David Powels, y el ceo ha añadido que la compañía ha alcanzado un volumen de negocio de 10.500 millones, con un crecimiento del 14%, alcanzando la segunda cifra más alta de su historia.
Seat consiguió un crecimiento del beneficio operativo de 550 millones de euros, llegando a los 179 millones --antes de los 293 millones de los costes extraordinarios de reestructuración--, lo que representa una mejora del margen operativo de 5,7 puntos porcentuales.