El conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, ha formalizado este lunes el acuerdo «histórico» suscrito el pasado 8 de marzo en Mesa Sindical --con la excepción del sindicato médico-- sobre mejoras en Atención Primaria, que, entre otras cuestiones, limita a 35 las citas diarias de las agendas en medicina de familia y a 28 en pediatría y fija el cupo medio de tarjetas, unas medidas que se irán poniendo en marcha en el segundo trimestre del año con el objetivo de que estén operativas en junio.
Mínguez ha comparecido en rueda de prensa, junto con los representantes sindicales de SATSE, CCOO, UGT, CSIF e Intersindical, para explicar estos acuerdos, que contó con el rechazo del CESM en el pacto de Atención Primaria y se abstuvo en el acuerdo para implantar la jornada laboral de 35 horas de forma progresiva hasta el 1 de enero de 2025 al reclamar una implantación iinmediata.
Al respecto, el conseller --que lleva unos 40 años trabajando como médico en la sanidad pública valenciana-- ha recalcado que es «uno de los acuerdos más relevantes y de mayor trascendencia desde la transferencia de las competencias sanitarias, a finales de los años 80 del siglo pasado».
Por ello, ha pedido al sindicato médico que «reflexione y evalúe» si se cumplen los requisitos desde el punto de vista laboral para mantener« la huelga del próximo 3 de abril que »trasciende la atención a los ciudadanos« ya que en estos pactos se recogen muchas de sus reivindicaciones, entre ellos su línea roja de las 35 horas semanales, y además es »el punto de inicio para cerrar otros seis puntos de mejoras que ya se están ultimando con el resto de fuerzas sindicales y que confía en cerrar en breve".
Mínguez ha señalado que no habrá negociaciones con CESM fuera de la Mesa Sectorial, que volverá a reunirse «muy pronto», y ha pronosticado que si mantienen el paro no superará el seguimiento del 7% del pasado 6 de marzo.
«Se trata de un pacto de una enorme relevancia que mejorará, en primer lugar, la atención sanitaria que reciben los valencianos, así como las condiciones laborales de los trabajadores y nos permitirá avanzar con firmeza en el principal objetivo que perseguimos: seguir construyendo un sistema público de salud fuerte, de calidad, equitativo y capaz de dar respuesta a los retos de futuro», ha recalcado.
Por ello, ha subrayado que estos acuerdos son «totalmente vinculantes» y que su cumplimiento no está condicionado a los resultados de las próximas elecciones. Al respecto, ha descartado que se trata de un acuerdo electoralista --«al ciudadano se le atiende igual haya elecciones o no», ha señalado-- y ha destacado que se ha conseguido «muy rápido» ya que ha recordado que lo llevan negociando desde noviembre.
En ese sentido, los representantes de SATSE, CCOO, UGT, CSIF e Intersindical han coincidido que se trata de un acuerdo «histórico» que ha sido posible con el cambio en la dirección de Sanidad --«hasta ahora no ha sido posible», han señalado-- gracias a «una actitud mucho más dialogante» del nuevo conseller. No obstante, han pedido «celeridad» en la publicación de estos acuerdos en el DOGV para «aumentar la seguridad jurídica» y desde CSIF han pedido asimismo la convocatoria urgente de una mesa sectorial para consensuar la paga covid a los sanitarios tras la anulación del TSJCV.
Mejoras en la atención
Entre las medidas más relevantes, está la implantación de un horario de 35 horas a la semana en la jornada ordinaria para los profesionales de la sanidad pública. El objetivo es que esté implantada de forma efectiva el 1 de enero de 2025, de acuerdo con las limitaciones establecidas en la Ley de Prepuestos Generales del Estado y de forma homogénea en todos los niveles asistenciales. Hasta esa fecha, se irá implantando de forma progresiva. Esta medida supondrá la contratación de 2.500 trabajadores y una inversión de 130 millones.
Además, se incorporan mejoras en Atención Primaria que se irán poniendo en marcha antes de verano. El acuerdo recoge una limitación del cupo de pacientes, de manera que medicina de familia atenderá un máximo de 35 citas diarias y en pediatría el límite será de 28 pacientes.
Las consultas que excedan de ese cupo serán gestionadas, en función de las características de cada centro, mediante módulos, liberación de profesionales, la asignación de profesionales específicos para estos pacientes u otras modalidades, lo que además redunda en un aumento de la autogestión de cada área de salud. El coste que supondrá la aplicación de módulos, que debe pasar por el pleno del Consell para su aprobación, ya está previsto en los actuales Presupuestos de la Generalitat.
Así mismo, el cupo medio de tarjetas se situará entre 1.450 y 1.200 según el tipo de centro para medicina de familia, a 900 en pediatría y a 1.500 en enfermería. Se crearán alianzas estratégicas entre departamentos si hay descompensaciones en los cupos.
Por otro lado, el acuerdo también incluye medidas basadas en el uso de la tecnología para agilizar la asistencia en Atención Primaria. De hecho, la finalidad es introducir sistemas de llamadas a los pacientes mediante pantallas con el fin de agilizar el acceso a la consulta. Además, se aplicarán medidas de desburocratización, como consolidar las agendas de mostrador o introducir nuevos sistemas de gestión de la demanda en mostradores para ofrecer la prestación más adecuada de acuerdo con el motivo de consulta.
Finalmente, con el objetivo de mejorar las condiciones laborales del personal se establece un aumento de la retribución por la hora de guardia, que se situará en la media nacional para todas las categorías. Además, se van a aplicar medidas para garantizar la formación continuada, así como medidas de seguridad en los centros sanitarios.