Un equipo de facultativas y enfermería del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada ha acometido un plan de humanización de la asistencia sanitaria para, desde la Unidad de Cuidados Paliativos, hacer posible que una paciente terminal se despidiera de su mascota, un perro con el que compartió su vida durante once años.
Se conformó de este modo, según ha informado este viernes el Virgen de las Nieves en una nota de prensa, una cadena de profesionales implicados y humanizados, que actuaron «con empatía», y «perfectamente coordinados», para que la mascota pasara por el hospital sin incidir en la actividad ordinaria del centro sanitario.
La familia de la paciente ha regresado al hospital para dar las gracias al equipo de sanitarios que cumplió uno de los deseos de la paciente antes de morir, «disfrutar unas horas de la compañía del perrito con el que compartió su vida durante once años».
La impulsora de esta idea fue la médica residente de Medicina de Familia que ha rotado por la unidad de cuidados paliativos del hospital, Tamara Rodríguez, que, en los encuentros con ella durante su hospitalización, se dio cuenta que «le cambiaba la expresión de la cara cada vez que hablaba de su mascota, mejoraba su situación clínica y mitigaba el dolor».
Junto a la médica especialista en Cuidados Paliativos Ana Salinas, comentaron la posibilidad de llevar al can al resto del equipo médico y de enfermería, la trabajadora social y el psicólogo de la unidad, y entre todos urdieron esta sorpresa para que la paciente «no borrara su sonrisa en sus últimos días».
A principios de marzo del pasado año se inauguró la unidad de Cuidados Paliativos en el Hospital Doctor Olóriz. Unos espacios que cumplen con los requisitos y demandas de estos pacientes, acompañantes y profesionales, al mismo tiempo que se modernizan los equipamientos y se gana en confortabilidad e intimidad, ya que todas las habitaciones son de uso individual.
El Plan Andaluz de Cuidados Paliativos contempla una atención integral que dé una respuesta adecuada a las necesidades físicas, emocionales, sociales y espirituales, que presentan las personas que se hallan en una situación terminal, así como a sus familiares. Se trata de procurar el máximo grado de bienestar y calidad de vida posibles, siempre dentro del respeto a la dignidad y voluntad personal en el último periodo vital.
Este hospital granadino cuenta con una amplia experiencia, desde el año 1996, en el abordaje de pacientes a final de la vida, con un equipo de profesionales muy formados en tratamientos, cuidados y humanización. Ahora en las nuevas instalaciones, que ganan en confortabilidad, también siguen prestando atención especializada los dos psicólogos y la trabajadora social del programa de Fundación la Caixa.
Ellos colaboran en este hospital desde el año 2008, y que prestan «apoyo emocional, social y espiritual al paciente». En cuanto a sus familiares, los especialistas les asesoran sobre soportes para cuidados paliativos y los acompañan en el duelo.