El II Plan Estratégico de Servicios Sociales del Gobierno Vasco prevé un incremento interanual del gasto de un 4,2% hasta 2030, con una previsión para ese ejercicio de 1.665 millones de euros. Se prevé que el documento pase por el consejo de Gobierno en abril tras pasar por Consejo Vasco de Servicios Sociales, el Órgano interinstitucional de Servicios Sociales y la Mesa de Diálogo Civil este mes y recoger aportaciones.
En un desayuno informativo en San Sebastián, la consejera vasca de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, acompañada por la viceconsejera de Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Lide Amilibia, la directora de Servicios Sociales, Marian Olabarrieta, el asesor de Políticas Sociales del Departamento, Rafael López-Arostegui, e integrantes del equipo técnico que asiste en el diseño del plan, así como del equipo de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), que ha contrastado aspectos clave del mismo, ha dado cuenta a los medios de los detalles del documento.
Melgosa ha anunciado que las previsiones contemplan pasar de un gasto total de 1.131 millones de euros en 2019, a 1.665 en 2030, con un crecimiento cercano al 50%. En 2019, al término del período contemplado por el primer plan, el gasto corriente público en los servicios y prestaciones económicas de la cartera del Sistema Vasco de Servicios Sociales se situó en 1.131,3 millones de euros.
La consejera ha destacado que este Plan es «una herramienta viva para reforzar el Sistema Vasco de Servicios Sociales y adecuarlo a la transición social y demográfica» que se irá «enriqueciendo». Además, ha destacado que este II Plan Estratégico de Servicios Sociales «servirá para articular una política de transición hacia un nuevo escenario en el horizonte de la década de 2030 para en la que la generación del 'baby boom' irá alcanzando la edad en la que, entonces, se sitúe la esperanza media de vida libre de discapacidad o en buena salud». Hoy, en torno a los 72 años.
La consejera ha señalado que el objetivo del Gobierno Vasco es «reforzar el cuidado institucional en la comunidad» y para ello se plantea «invertir la pirámide de atención reforzando la atención primaria y secundaria (municipal y foral) en la comunidad para que las personas puedan desarrollar su proyecto de vida en la comunidad con los apoyos necesarios».
También se apuesta por seguir «avanzando desde un modelo familista de cuidados y bienestar, que sitúa la responsabilidad del cuidado en las familias y a la postre en las mujeres, hacia un modelo de organización social del cuidado basado en el liderazgo público, reforzando el cuidado institucional y reduciendo la proporción del cuidado familiar».
El Plan también pivota sobre la promoción, junto con las personas con discapacidad, del modelo de vida «independiente» disponiendo de medios efectivos para facilitar esta opción; así como el avance en la "descentralización de la red de atención en el ámbito de la exclusión y fortalecer la continuidad de la atención primaria y secundaria
en la comunidad, también en este ámbito".
En todo caso, ha matizado que «reforzar la atención en la comunidad no implica que deje de ser necesario crear nuevas plazas en centros residenciales para personas mayores», así se prevé aumentar en unas dos mil las existentes para 2030, sino adecuarlos «a la evolución de las necesidades y a los aprendizajes realizados en la pandemia, diversificándolos, reduciendo el tamaño de las unidades de convivencia y asemejándolos en mayor medida a un hogar».
El Plan incluye un Mapa de Servicios Sociales con proyecciones a 2025 y 2030, de plazas, personas usuarias o perceptoras de prestaciones económicas y coberturas para cada prestación y servicio de la cartera del Servicios Sociales por contingencias y territorios históricos.
Asimismo, se incorpora una memoria económica con proyecciones del gasto corriente público, a 2025 y 2030, para cada prestación y servicio de la cartera por contingencias y territorios históricos.
Fase de contraste
El documento presentado se encuentra en la fase de contraste con los tres niveles de las administraciones públicas, así el día 20 de marzo se elevará al Consejo Vasco de Servicios Sociales y el 27 al órgano interinstitucional de Servicios Sociales.
Después se presentará en la Mesa de Diálogo Civil de Euskadi y para concluir el proceso, tras «recoger aportaciones, la nueva versión se presentará al Órgano Interinstitucional de Servicios Sociales y se contempla pase por el Consejo de Gobierno del Ejecutivo Vasco »en abril", según ha avanzado Amilibia.