La Ertzaintza ha homenajeado este martes en la Academia de Arkaute, en Vitoria-Gasteiz, al superintendente Carlos Díaz Arcocha, el primer agente de la policía autonómica vasca asesinado por ETA. Una bomba lapa colocada en los bajos de su automóvil acabó con su vida el 7 de marzo de 1985 en la capital alavesa.
La directora y el jefe de la Ertzaintza, Victoria Landa y Josu Bujanda, respectivamente, junto con el director general de la Academia Vasca de Policía y Emergencias, Andrés Zearreta, la directora de Administración y Servicios, Malentxo Arruabarrena, la Jefatura Territorial de Álava, y agentes de la Policía autonómica vasca, han rendido un sentido homenaje a Carlos Díaz Arcocha cuando han transcurrido 38 años desde el día del atentado.
El acto en su memoria se ha desarrollado en la Academia de Arkaute, junto al monolito que recuerda a los ertzainas fallecidos en atentados terroristas. En él se ha realizado la ofrenda floral y un aurresku de honor ante la presencia también de familiares y allegados de la víctima.
El superintendente de la Ertzaintza Carlos Díaz Arcocha fue el primer ertzaina asesinado por ETA, el 7 de marzo de 1985 en Vitoria-Gasteiz, cuando tenía 52 años de edad.
Compromiso con la memoria
Según ha informado el Departamento de Seguridad, este homenaje es uno de los quince reconocimientos individuales que promueven la Dirección y Jefatura de la Ertzaintza desde que el pasado 20 de junio de 2022 se estableció el procedimiento para la realización de actos de reconocimiento, memoria y homenaje a los ertzainas heridos o fallecidos en acto de servicio.
De esta manera, se instaura ya de manera oficial por parte de la Ertzaintza la celebración anual de este tipo de actos contando, siempre, con las familias o personas allegadas de las víctimas de ETA, y respetando su deseo en cuanto a detalles y lugar de celebración del homenaje.
A los agentes que no pueden asistir al homenaje, la Ertzaintza les anima a guardar un minuto de silencio en sus respectivos puestos de trabajo. Estos tributos individuales, se suman y completan el «gran acto anual» que organiza la Ertzaintza el primer domingo del mes de junio para recordarles, «de manera conjunta, con una ofrenda de txapelas rojas» en el monolito en el que pueden leerse todos sus nombres.
Con esta nueva regulación, se da cumplimiento al compromiso del Gobierno Vasco de «recordar y visibilizar, de manera individual, a cada ertzaina asesinado o asesinada por ETA».