El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha reconocido que la semana laboral de cuatro días es «una cuestión delicada de gestionar» que el Gobierno Vasco va a hacer «con mucho tiento, tomando referencias de experiencias internacionales y teniendo en cuenta la posibilidad de mantener la productividad y los salarios con menos días de trabajo» y ha aclarado que «no se trata de imponer nada» si no de «experimentar lo que en otros lugares se ha podido hacer, si es voluntad de las empresas», y cuenta con el acuerdo entre empresario y trabajadores.
Tras visitar en Montaña Alavesa el proyecto Ekiola, Urkullu ha sido preguntado por el anuncio de la vicelehendakari segunda, Idoia Mendia, de que va a proponer a la Mesa de Diálogo Social la creación de un grupo de trabajo para evaluar la puesta en marcha de cuatro días laborales a la semana sin reducción de salario y sin incremento de horas.
Urkullu ha reconocido que se trata de «una cuestión delicada de gestionar» y ha explicado que el Gobierno Vasco lo quiere hacer con un planteamiento «con mucho tiento, tomando referencias de experiencias internacionales y teniendo en cuenta la posibilidad de mantener la productividad y los salarios con menos días de trabajo».
Además, ha indicado que se va a tener en cuenta la diversidad de sectores a los que podría plantearse esta jornada semanal de cuatro días laborables. «La clave está en que, como hasta ahora ha podido ser, mediante el acuerdo entre empresarios y empresarias, y trabajadores y trabajadoras, con una asunción voluntaria de una iniciativa de este tipo», ha indicado.
En este sentido, ha aclarado que «no se trata de imponer nada» si no de «experimentar lo que en otros lugares se ha podido hacer, si es voluntad de las empresas, de acuerdo entre los empresarios y trabajadores».