El 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, ha celebrado que el «movimiento que ha habido» en Cevisama 2023 es «una buena noticia» a pesar de que «continúe» el «problema» con los costes de producción, y, al respecto, ha resaltado que la Generalitat tiene «claramente estudiada» una «alternativa» a las ayudas directas «inicialmente previstas».
Así se ha manifestado Puig este domingo, en declaraciones a los medios de comunicación, tras la asamblea general ordinaria del Consell Valencià de la Joventut celebrada en Castelló, donde ha destacado que «en términos generales» la presencia en la feria de la cerámica, baño y piedra natural ha sido «más positiva de lo que se podía pensar en un momento determinado».
El jefe del Consell ha abogado por esperar a que este lunes las delegaciones empresariales que «han estado» en la feria «hagan balance», aunque, a su juicio, «ha habido negocio e intercambio, que es lo importante». «Al menos, en lo que respecta al mercado, está en una mejor situación», ha sostenido.
En este sentido, ha señalado que, «aunque el problema continúa siendo que los costes de producción finalmente hagan no rentable la actividad cerámica, es una buena noticia el movimiento que ha habido en Cevisama este año». «De cara al futuro, cada uno, desde la manera que lo entienda, debe intentar consolidar la fortaleza y la unidad del sector», ha recalcado.
Preguntado por nuevas ayudas de la Generalitat al sector cerámico, Puig ha aseverado que el Consell tiene «claramente estudiada una alternativa a las ayudas directas de 5.000 euros por empresa inicialmente previstas».
«En estos momentos, estas ayudas están condicionadas por la ley de morosidad, que impediría a muchas empresas poder acceder» a las subvenciones, ha explicado, y ha insistido en que «se va a buscar otra línea» de «ayuda directa que se convierta a través del crédito en los mismos componentes económicos».