La Síndica de Greuges de Catalunya, Esther Giménez-Salinas, ha alertado que las cifras sobre acoso escolar en Catalunya reflejan «la punta del iceberg» porque según ella hay una gran diferencia entre los casos existentes y los que se conocen.
«La proporción respecto a los alumnos es una cantidad mínima. Lo que piensas es que pasa mucho más a menudo y que llega la punta del iceberg», ha lamentado en una entrevista en Catalunya Ràdio de este jueves recogida por Europa Press, en la que ha cifrado en 347 los casos de los que se tiene conocimiento en Catalunya.
Giménez-Salinas ha abogado por «trabajar de otra forma, mucho más en la idea de reparar el daño y no tanto en el castigo» y ha considerado que es el momento de repensar los sistemas y circuitos disponibles ante estos casos, en sus palabras.
En esta línea, ha dicho que la prevención en Catalunya no es muy buena y ha pedido «empezar a olvidar las etiquetas» de víctimas y agresores al considerar que tampoco favorecen a las primeras, incluir a todos los actores en el abordaje de la problemática y ofrecer apoyo y formación a los docentes.
«Pensar que siempre se tiene que agotar la vía penal es un error y se tiene que trabajar mucho más la prevención y mucho más desde el punto de vista de la reparación», ha defendido, y ha considerado que en general esto es lo que pide la víctima.
La Síndica también ha lamentado que los sectores más vulnerables de la población no «llegan del todo» a la institución que dirige y ha recordado que está abierta a la ciudadanía y no actúa como un juzgado.
Casos
Preguntada por la presunta agresión sexual perpetrada por cinco menores a una compañera de instituto en Rubí (Barcelona), Giménez-Salinas ha valorado que «el caso es muy grave, se debe dar respuesta».
Y sobre los abusos supuestamente perpetrados en Caldes d'Estrac (Barcelona) por un cura ya fallecido durante 1960 y 1970, ha pedido: «Al menos que la Iglesia se comprometa a aceptar que pasaron, pedir disculpas, facilitar toda la investigación», al considerar que es la única vía que se le ocurre en estos momentos para reparar a sus víctimas.