La calle de Sixto Celorrio, en el distrito zaragozano del Arrabal, se ha reabierto al tráfico este martes tras completarse la reforma integral que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Zaragoza, a través de la sociedad municipal Ecociudad.
Con una inversión de 768.000 euros, la remodelación ha permitido ampliar sustancialmente el espacio peatonal y potenciar la calle como un eje de paseo entre el paseo de la Ribera y la plaza de San Gregorio.
Se han ampliado las aceras, se han eliminado todas las barreras arquitectónicas y se han creado dos zonas de encuentro con bancos y árboles en las confluencias de las calles García Arista y Ricardo del Arco. Se trata de favorecer que los vecinos puedan disfrutar de su espacio y no sea meramente una calle de paso.
El alcalde Jorge Azcón y la consejera municipal de Infraestructuras, Patricia Cavero han comprobado el resultado de estos trabajos acompañados por varios vecinos y concejales de otros grupos municipales.
Durante su recorrido por la calle se ha acercado hasta la sede del Sindicato Obrero de Aragón (SOA) donde unos afiliados le esperaban a las puertas para hacerse un fotografía con el alcalde.
Azcón ha dicho que esta calle es ejemplo de lo que tienen que ser en el futuro al cumplir con tres requisitos: pensar en el viandante, aumentar la seguridad vial y ser siempre más sostenibles desde todos los puntos de vista, ha enumerado.
En declaraciones a los medios de comunicación ha incidido en que este mandato se invertirán más de 20 millones de euros en reformas integrales. Este dato lo ha comparado con los 3,5 millones destinados a este cometido entre 2011-2015; y los 2 millones de euros ejecutados de 2015 a 2019.
La reforma
Igual que en las calles Félix Latassa o Reina Fabiola, Sixto Celorrio es una vía con intensidad de tráfico por lo que se ha mantenido la calzada segregada y una banda de aparcamiento.
Para mejorar la seguridad vial se ha estrechado esa calzada, pasando de 5 metros que tenía en algunos puntos a 3,5, lo que obligará instintivamente a los conductores a circular a menor velocidad. También se ha creado un nuevo paso de peatones junto a la calle Villacampa.
Otra de las prioridades de la reforma ha sido la modernización de los servicios públicos que discurren por ella, empezando por el alumbrado. Se han reforzado los puntos de luz, se han eliminado las farolas de las fachadas y se ha instalado tecnología led que va a permitir reducir el consumo energético en más de un 74 por ciento.
Además, se ha renovado la red de abastecimiento de agua, que era de fibrocemento, y la de saneamiento, que estaba especialmente deteriorada. Esta intervención se ha prolongado a dos de las calles perpendiculares, García Arista y Ricardo del Arco, donde también se han sustituido los colectores. De esta forma se completa la reforma que empezó en su día por la calle Matheu y se evita volver a generar molestias a los vecinos en un futuro próximo teniendo que volver a excavar en la zona.
La reforma integral de Sixto Celorrio forma parte del plan de mejora de la escena urbana impulsado por el Ayuntamiento de Zaragoza con una inversión hasta el momento de más de 11 millones de euros. Igual que la calle Reina Fabiola, que ha finalizado hace sólo unas semanas, Sixto Celorrio se suma a la lista de calles remodeladas para mejorar la calidad de vida de sus vecinos y potenciar la actividad de sus establecimientos comerciales.
La Operación Calles continúa mientras tanto con el avance de otras importantes reformas como las de la avenida Cataluña y la avenida Navarra, que encara su fase final, San Miguel Hayedo o Ramón Celma.
Además, están en licitación las obras para remodelar la calle Belchite, en Las Fuentes, y próximamente saldrán a contratación las de Manifestación, en el Casco Histórico, cuyo proyecto definitivo ya está aprobado.