El Hospital Universitario Miguel Servet (HUMS) de Zaragoza ha extendido al paciente quirúrgico oncológico el programa de optimización de la anemia preoperatoria. Esta medida se produce en un contexto en el que cada vez más hospitales trabajan para evitar realizar transfusiones sanguíneas innecesarias y mejorar así sus resultados en salud, tal como recomienda la OMS y la Unión Europea.
Estas líneas de trabajo permiten preservar la sangre, que es un bien escaso y valioso, y mejorar la evolución postquirúrgica de los pacientes. Para lograr este reto, una de las líneas a seguir es detectar y tratar la anemia preoperatoria, antes de programar una cirugía que tenga riesgo de sangrado moderado o alto, han indicado desde el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón.
En esta línea, el Servet implementa los programas PBM --'Patient Blood Management'-- en los pacientes pendientes de cirugías mayores programadas. Así, el servicio de Anestesiología del HUMS, que dirige el doctor Javier Martínez Andreu, ha dado un nuevo impulso a este proyecto para extenderlo a todos los pacientes de Cirugía Oncológica que vayan a ser sometidos a intervenciones que puedan requerir una transfusión.
En el área de Traumatología, esta estrategia comenzó a implementarse en 2014 y se han obtenido excelentes resultados en relación a la disminución de los índices de transfusión en estos pacientes. En relación al paciente oncológico, hasta 2021 un porcentaje de aquellos con cáncer de colon era tratado, pero desde mitad del 2021 se conoció la necesidad de abarcar a un mayor número de pacientes oncológicos, dado los buenos resultados obtenidos.
Tras crear la consulta telefónica del PBM, se han ido incluyendo progresivamente a más enfermos del área oncológico-quirúrgica, abarcando en la actualidad a casi el cien por cien. Son tratamientos que se administran la mayoría de las veces de modo ambulatorio en el Hospital de Día Polivalente, y se continúan en el ingreso si es preciso.
«Nuestro objetivo es que todo paciente con cáncer que va a ser sometido a una cirugía sangrante, más de 500 mililitros, pueda recibir, si la necesita, una optimización de su anemia», ha explicado la anestesióloga responsable del equipo PBM del Servet, Pilar Herranz.
Cirugía cardíaca y ginecología
Además de en estas dos áreas, también pacientes de Cirugía Cardíaca y Ginecología se están beneficiando de la optimización preoperatoria. El año pasado se trató a más de un millar de pacientes de anemia preoperatoria. De ellos, la mitad correspondían a procesos de cirugía oncológica.
Estas medidas permiten que el enfermo tenga un proceso postoperatorio más rápido, puesto que la anemia ligada a la trasfusión aumenta el riesgo de mortalidad y morbilidad, alarga las estancias hospitalarias e incrementa la posibilidad de sufrir infecciones. Su adecuado abordaje disminuye estos riesgos, mejora la calidad del proceso para el paciente y reduce costes sanitarios.
Esta estrategia está siendo recibida por los servicios quirúrgicos con agrado al comprobar cómo se transfunde menos a sus pacientes. Por su parte, la anestesióloga ha indicado que este trabajo ha sido posible gracias a la implicación de la dirección médica, de Enfermería y de sus compañeros de servicio.
Como ejemplo, ha ofrecido los datos de cirugía de colon. Así, en 2018 se realizaron analíticas de hierro a un 21 por ciento de los pacientes quirúrgicos de cáncer de colon; mientras que en 2021 este porcentaje subió al 80 por ciento; y en la actualidad ronda el cien por cien. En cuanto a las transfusiones, en 2018 recibió sangre el 21 por ciento de los operados de cáncer de colon, descendiendo el porcentaje el pasado año al 13,5 por ciento.
El equipo de trabajo de la implantación del PBM está formado por los anestesiólogos Concepción Fraca, Marta Infantes, Susana Rasal, Blanca Romero, Pilar Jubera, Adela Ruiz de la Cuesta, Lorena Colomina, Cristina Martínez, Silvia Martínez, Jorge Vallés, José Antonio Latorre, Natalia Peña y Pilar Herranz, además de la enfermera María Ángeles Navarro.