El líder de Cs Aragón, Daniel Pérez Calvo, ha rechazado este viernes «el postureo» de Podemos ante el proyecto de la unión de estaciones y ha exigido a la formación morada que no siembre «dudas».
Ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha señalado que, al iniciarse el periodo electoral, «vamos a asistir a muchas imposturas, muchos mensajitos».
A su juicio, «que ahora venga Podemos a intentar boicotear con el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales e intente poner palos en las ruedas a la unión de estaciones es postureo», destacando que CHA, al contrario, «es consciente de que cuando está en un Gobierno y acepta las reglas del juego, hay que cumplirlas».
Podemos «no lo va a conseguir», ha asegurado Pérez Calvo, para quien la formación morada podría no haber aprobado los Presupuestos de 2023, que contienen medidas de impulso a la unión de estaciones, pero «una cosa es hablar y otra muy diferente bajarse del coche oficial, cosa a la que Maru Díaz no ha estado dispuesta estos cuatro años».
El dirigente de Cs ha recordado que este proyecto está vinculado a los fondos europeos y que en la UE «estas noticias no gustan», de manera que «cuando llegan tambores de división interna la UE dice '¿por qué no os aclaráis y después hablamos?'». «Hay casi 30 millones de euros en juego para ahora ir sembrando dudas de ningún tipo».
Ha exigido al presidente del Gobierno autonómico, Javier Lambán, que no dé «ni un paso atrás, que no ceda ni un milímetro», haciendo hincapié en que Cs ha ofrecido siempre su «apoyo aritmético» para «agilizar al máximo este tipo de iniciativas estratégicas para Aragón».
«Con la unión de estaciones poca broma porque nos jugamos el futuro inmediato de esta comunidad donde podemos ser claramente competitivos y no solo están en juego los fondos europeos, también otras inversiones y el asentamiento de población».
Daniel Pérez Calvo ha recalcado «lo bien que ha sentado a Aragón la centralidad, que huye de la polarización», añadiendo que si Cs no hubiera apoyado al Gobierno en cuestiones estratégicas, «por encima de intereses electoralistas», no habría habido «cuatro años de relativa tranquilidad».