La comisión especial de estudio del acoso escolar en Les Corts ha concluido tras 20 meses de trabajo con propuestas como realizar pruebas psicométricas cada seis meses para medir el estado emocional de los alumnos o habilitar canales seguros de denuncia en los centros educativos.
Entre las conclusiones del dictamen, registrado este miércoles a partir de las aportaciones de los 38 comparecientes, se advierte que el acoso escolar es una realidad y un problema creciente, ya que uno de cada cinco niños o adolescentes valencianos ha podido ser víctima.
Además, se hace notar que va más allá del ámbito educativo por las nuevas tecnologías y las redes sociales, por lo que evitarlo es responsabilidad de toda la sociedad.
Para combatirlo se recogen 50 propuestas en tres bloques. En el primero, con el objetivo de cuantificar mejor la problemática, se plantean tanto pruebas psicométricas individualizadas como escalas de medida de las conductas que alteran la convivencia, así como publicar estudios periódicos u otros anuales de carácter interno.
También se propone elaborar instrucciones y guías para profesores y familias, introducir el estado emocional en las evaluaciones trimestrales, profundizar en la formación del profesorado en prevención de la violencia, desarrollar la figura del coordinador de convivencia o establecer espacios de coordinación entre los docentes y el resto de profesionales que intervienen en la vida de los estudiantes.
Dentro del segundo bloque, para mejorar la respuesta ante situaciones de acoso, se recomienda revisar el plan PREVI de prevención de la violencia, crear planes de actuación de profesores ante comportamientos autolesivos, dar a conocer los recursos disponibles a los alumnos o establecer un trabajo individualizado con las familias.
Formación sobre convivencia en magisterio
Otras de las medidas son generar una cultura de 'tolerancia cero' a la violencia en los centros, incluir formación sobre convivencia en los grados de Magisterio y el máster habilitante para la docencia, agilizar el protocolo entre las consellerias de Educación y Sanidad o ampliar los recursos de las unidades de salud mental infantil y adolescente.
Y en el tercer bloque, centrado en un cambio metodológico, se insta a implementar la «tutoría entre iguales», facilitar que los alumnos víctimas y testigos de situaciones de acoso puedan expresarse, desarrollar mecanismos de resolución de conflictos con los estudiantes o impulsar los patios coeducativos e inclusivos.
Se incluyen más acciones como hacer frente a los comportamientos sexistas en las aulas, reforzar los programas de afectividad positiva, trabajar la empatía y la asertividad, abordar un uso responsable de las tecnologías, involucrar a las familias en la vida del centro o potenciar las asociaciones estudiantiles.