La Exposición del Ninot 2023 ha empezado a recibir este lunes sus «primeras obras de arte», que ocuparán un espacio en el Museo de las Ciencias, en la Ciutat de Les Arts y les Cièncias, a partir de su inauguración oficial el próximo viernes.
Las figuras «están llegando de manera escalonada, en un día soleado y tanto hoy como mañana van llegando todas las obras de arte que nos tienen preparadas nuestros artistas falleros», ha detallado la vicepresidenta primera de Junta Central Fallera, Cristina Estévez.
Los primeros 'ninots' han llegado «con puntualidad», a partir de las 10.00 horas. En concreto, la primera creación en llegar al espacio, en falla grande, ha sido la de la comisión Conde Salvatierra-Cirilo Amorós, un trabajo del artista José Ramon Devís, que lleva por lema 'Anacronopete', y que compite en la sección primera A.
En el caso de los infantiles, ha sido también la escena de la 'fallita' de Conde Salvatierra-Cirilo Amorós, del artesano Javier Álvarez Sala, y con el lema 'De L'horta a la taula'. La figura compite en la Sección Especial.
De esta manera y durante dos días, la Exposició del Ninot recibirá las 380 figuras de las fallas infantiles y otras tantas de las fallas grandes que esperan, por votación popular, salvarse del fuego en la 'Cremà' del 19 de marzo, que pone fin a la fiesta.
La Exposició estará abierta hasta mediados de marzo. El 14 de marzo las comisiones falleras recogerán los 'ninots' infantiles para su 'plantà' y el martes 15 de marzo, será la jornada en la que recogerán los 'ninots' grandes, para que ocupen su lugar en sus respectivas fallas, una vez luzcan en las calles de València.
El pasado año el ninot de la falla Monestir de Poblet-Aparicio Albiñana 'L'Antiga de Campanar' fue el indultado por los visitantes de la Exposición del Ninot 2022. La escena reproducía una pareja de veteranos indumentaristas que llevan en sus brazos a un tierno bebé.
En infantiles, el ninot de Convento Jerusalén-Matemático Marzal, 'Mare Mòvil', una ofrenda a la Geperudeta sobre ruedas de toda una familia, fue el que se salvó de las llamas y pasó a formar parte del Museo Fallero de València, el único museo del mundo que elige sus piezas por votación popular.