El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha defendido este miércoles en la sesión de control en el Parlament su presencia en la Cumbre Hispano-Francesa que se celebró la semana pasada en Barcelona, y ha subrayado las «buenas relaciones» con el gobierno francés.
Ha respondido así al diputado de Cs Carlos Carrizosa, que le ha reprochado «perjudicar» a la imagen de Catalunya en la Cumbre por marcharse después de saludar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al presidente de Francia, Emmanuel Macron, pero antes de escuchar los himnos nacionales.
«Volvió a dar una imagen internacional nefasta de Catalunya, dejándonos como una comunidad siempre envuelta en problemas y con la que no se puede contar», ha añadido Carrizosa.
Aragonès ha respondido que Cs no puede dar lecciones al Govern, y les ha acusado de atacar las instituciones catalanas: «Son los primeros que querrían unas instituciones que fueran menos que una Diputación. Revise su hoja de servicios, no tienen nada en lo que dar lecciones».
Por su parte, el diputado del PP Alejandro Fernández ha criticado el «papelón» del president en dicha Cumbre, que ha comparado con el de Mel Gibson en 'Braveheart', y Aragonès le ha recordado que ni el presidente de la Xunta ni la de la Comunidad de Madrid asistieron a la salutación en otras cumbres.
Junts y cup
El portavoz de Junts, Albert Batet, ha afeado al Govern que, a pesar de no tener conocimiento de la celebración de la Cumbre en la capital catalana, hiciera «un 'rendez vous».
Por su parte, Aragonès ha contestado a Batet que presidentes de CiU también «participaron y dieron la bienvenida a los asistentes» de cumbres de este calibre cuando estaban al frente de la Generalitat.
Eulàlia Reguant (CUP) ha subrayado el «papel irrelevante» de Aragonès en la Cumbre, y el presidente ha tendido la mano a los 'cupaires' para que Catalunya llegue a ser un estado independiente que pueda tener verdadera relevancia en cumbres internacionales.