El portavoz del grupo de Zaragoza en Común (ZeC) en el Ayuntamiento de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha pedido al Gobierno Municipal la paralización inmediata del requerimiento de desalojo del Centro Social Comunitario Luis Buñuel, y que tome medidas para que las actividades continúen en el espacio con la seguridad jurídica suficiente.
«No entendemos cómo el Partido Popular está generando un conflicto en el Gancho, en el Casco Histórico y en el conjunto de la ciudad», ha indicado Santisteve este miércoles en una rueda de prensa, en la que ha estado acompañado por los dos candidatos de la formación para las próximas elecciones, Elena Tomás Bona y Suso Domínguez.
Santisteve se ha referido a este espacio como un lugar que «no ha dado más que ejemplos a la capital aragonesa de valores en positivo», en términos de «solidaridad, capacidad de entrega, fraternidad, responsabilidad o gratuidad en todas sus actividades». «Una serie de valores que han irradiado al conjunto de la ciudad a través de la entrega desinteresada de cientos de jóvenes y de mayores», ha apostillado.
En el CSC Luis Buñuel «se ha dado »un grado de calidad y de calidad en las relaciones humanas que es difícilmente superable por una estructura institucional como un centro cívico, gestionado por funcionarios", ha manifestado el portavoz del grupo municipal.
En este sentido, Santisteve ha defendido este centro social como un espacio de convivencia intergeneracional. «En definitiva, por ese regalo que ha hecho a la ciudad toda la gente que ha sostenido el Buñuel, le estamos pidiendo al Gobierno la paralización inmediata de la orden de desalojo», ha esgrimido.
Asimismo, les ha pedido que ofrezcan garantías y seguridad jurídica para la continuidad de las actividades que se realizan en este espacio puedan seguir llevándose a cabo de forma desinteresada en la capital aragonesa.
300.000 personas
Por su parte, Elena Tomás Bona ha incidido en que en el CSC Luis Buñuel han participado más de 300.000 personas a lo largo de estos años y se han organizado más de 500 actividades, por lo que «es un lugar de encuentro» y también un espacio desde el que «potenciar la cultura».
Tomás Bona ha hecho referencia a la olla comunitaria, la cual da
un servicio de alimentación complementaria del que se benefician más de 250 usuarias, esto muestra el espíritu del Buñuel como espacio «comunitario, de convivencia y de buena vecindad».
«Es una batalla más bien ideológica el hecho de que quieran deshacerse del Buñuel porque esta fórmula de gestión comunitaria ya se da en otras ciudades europeas y funciona muy bien para los barrios», ha esgrimido.
En esta misma línea, Suso Domínguez, ha dicho que el CSC Luis Buñuel es «un referente para la vida comunitaria del Casco Viejo, para las necesidades del barrio, y en especial, para las de las personas mayores», un colectivo que ahora «el Gobierno está intentando utilizar como coartada para desalojar ese centro». Un hecho, al que Domínguez se ha referido como «absurdo», ya que a escasos metros se encuentra el Centro de Convivencia del Casco Histórico o el Centro de Día de San Blas.
Domínguez ha especificado que durante la pandemia de la COVID-19, en coordinación con el centro de Salud de San Pablo, se convirtió en un centro de citas dirigido, principalmente, a facilitar el acceso a la vacunación para los más mayores o en los casos en los que «la brecha tecnológica» les impedía realizar este trámite con normalidad.
«El Centro Social Comunitario Luis Buñuel ya es un Centro Cívico y un Centro de Convivencia, un ejemplo de convivencia, responsabilidad, gestión de la diversidad, de la pluralidad, como ningún otro en la ciudad», ha agregado.