La Casa Natal de Velázquez abrirá en otoño sus puertas al público con el objetivo de convertir al pintor universal en un «actor permante de la vida cultural de Sevilla». Este espacio museográfico y centro de interpretación del artista verá por fin la luz el año en el que se conmemora el IV centenario de su designación como pintor de la Corte de Felipe IV --el 6 de octubre de 1623-- y estará dedicado a su etapa sevillana y a los primeros pasos en su formación.
En un año marcado por esa celebración, el objetivo de la programación que se está preparando al respecto es mucho más ambicioso, tal como expresa el responsable de la Casa Natal, Enrique Bocanegra, en declaraciones a Europa Press. «Queremos que Velázquez no sea una sombra que aparezca y desaparezca según tengamos o no efemérides sino reclamar su legado como un importante activo de la ciudad: aquí nace y abre su taller ¿No es algo para sentirnos orgullosos?».
La rehabilitación de la casa natal del pintor sevillano culminará el próximo mes de febrero y a partir de ese momento se pondrá todo el foco en la «musealización», en la que ya se está trabajando. «Estamos negociando con diversas entidades para que ese espacio cuente con depósitos originales de los siglos XVI y XVII», añade Bocanegra.
Para que la Casa Natal sea una realidad se están llevando a cabo reuniones con diversos colectivos. En este sentido, Bocanegra destaca la «sólida relación» que mantiene la plataforma con el Ayuntamiento, «cómplice» de la Casa. «Existe con ellos una buena sintonía; siempre pediremos más, pero sentimos que nos escuchan». En cuanto a la Junta, «si bien hasta el momento no hemos desarrollado una relación tan fluida, hemos notado mayor sensibilidad».
La casa, original del siglo XVI, «con las lógicas reformas que ha sufrido por el paso del tiempo», aún conserva estancias originales. Se trata de una «corrala andaluza» con dos patios y una altura de dos plantas ubicada en la calle Padre Luis María Llop, 4, cerca de la céntrica Plaza del Cristo de Burgos. «Nuestro objetivo es que cada una de las nueve o diez habitaciones de las que dispone, sea un eje temático ligado a la vida y obra del pintor».
El visitante podrá hacerse así una idea de cuáles eran sus orígenes familiares, su relación con el maestro, Francisco Pacheco, el taller en el que trabajó esos primeros años e incluso cómo sería la cocina de aquella época. «Una cocina como lugar de socialización. No en vano, muchos de sus cuadros, como 'Vieja friendo huevos', están inspirados en este lugar de la casa», recuerda Bocanegra.
Velázquez se marchó de su ciudad natal con 24 años y vivió 37 años en Madrid, con excepción de dos estancias largas en Italia, por un periodo de cuatro años, en las que «descubrió el color» a través de Tintoretto y la escuela veneciana, por lo que su mayor producción tiene como origen la capital de España. Se fue a Madrid como pintor de la Corte, pero antes dejó una veintena de lienzos, entre ellos, 'Cristo en la casa de Marta y María', que podría considerarse como un «anticipo» de 'Las Meninas'.
Junto a la casa museo, la ciudad está confeccionando una programación extraordinaria con motivo de dicha efemérides, en la que no faltarán ciclos de conferencias y conciertos. En este sentido, el acuerdo de Presupuesto municipal para 2023 recientemente firmado entre el equipo de gobierno y Ciudadanos (Cs) contempla al respecto una partida de 150.000 euros para la celebración de ese IV centenario de la designación del artista sevillano como pintor de la Corte.
Todo ello, con el firme propósito de «cambiar el paradigma» en torno a la figura de Velázquez y «acabar con cierta indiferencia que aún existe en la ciudad por el hecho de que se fuera tan joven y gran parte de su obra realizada en Sevilla se desperdigara con la invasión napoleónica o por desidia», concluye.