Taxistas de Madrid entregarán este jueves a la Comunidad de Madrid las papeletas del referéndum que celebraron el pasado mes de noviembre sobre las medidas de liberalización que quiere implementar la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, en el sector.
Se trata de una «marcha pacífica» que arrancará frente a la Dirección General de Transportes de la Comunidad y llegará hasta la Consejería del ramo, situada en el Palacio de Maudes.
Bajo la consigna 'No al reglamento del taxi', protestarán contra la «Dictadura de Ayuso» y contra una regulación con la que creen que se busca la «precarización» del mismo con una regresión a «los años 60».
Entienden desde Élite Taxi que el objetivo del Gobierno autonómico se busca «modificar las leyes a su antojo con el único objetivo de facilitar la entrada en el sector a esas empresas jodidamente ilegales», en referencia a los vehículos de transporte con conductor.
Las medidas de liberalización
El pasado septiembre la presidenta presentaba en el Debate sobre el Estado de la Región su batería de medidas para el sector, que ya habían sido perfiladas meses antes. Entre ellas figuraban permitir a los taxistas circular 24 horas todos los días de la semana y a los usuarios poder reservar plaza única en coche compartido.
Defendía que con el nuevo reglamento los taxis podrán circular como quieran las 24 horas todos los días de la semana, se autorizarán los servicios mediante coche compartido, reduciéndose de esta manera el precio para cada uno de ellos. Con la libertad horaria, los taxistas podrán ingresar «hasta un 60% más al mes por licencia y crear unos 3.000 nuevos empleos».
Meses más tarde, el pasado 29 de diciembre, Ayuso visitaba la Gremial del Taxi, una de las asociaciones que están a favor de la liberalización propuesta por su Ejecutivo regional para el sector.
En ese encuentro, explicó que el nuevo texto en el que trabaja la Comunidad de Madrid, que espera que salga adelante antes de las elecciones, contempla la posibilidad de que estos profesionales tengan libertad horaria y trabajen todos los días y las horas que quieran, «lo que permitirá ingresar hasta un 60% más al mes por licencia y crear unos 3.000 nuevos empleos».
También se flexibilizará la normativa con el objetivo de facilitar la contratación de conductores y se elevará de tres a 50 el número de licencias de autotaxi por titular.
Además, el Gobierno madrileño quiere que sea legal el servicio de coche compartido, de forma que se puedan reservar plazas en un vehículo y se puedan compartir los gastos de viaje entre más de un usuario. Asimismo, ningún Ayuntamiento podrá impedir la aplicación de descuentos en servicios previamente contratados a precio cerrado.
«Estamos en un momento complicado. Tenemos que legislar en un tiempo determinado, con poco margen y a abrirnos a nuevas formas de regulación. Queremos buscar el marco normativo que de más libertad, seguridad y prosperidad a los profesionales del taxi. Este servicio forma parte esencial de nuestra vida. Por ello tenemos que seguir evolucionando. Las nuevas formas de movilidad nos obliga a que quepan esas sensibilidades», indicó entonces.
Revés parlamentario al reglamento de los vtc
Unas semanas antes, Vox oficializaba su primer 'no' a Ayuso, rechazando que el régimen sancionador a las VTC se tramitara por lectura única, como pretendía el PP.
Esta dilatación de los tiempos, ya que el texto tendrá que pasar por Comisión y Pleno para poder incorporar enmiendas de los grupos, implicó que al día siguiente el director general de Transportes y Movilidad, José Luis Fernández-Quejo, en la comisión del ramo pusiera en duda que se pudiera aprobar el reglamento de las VTC esta legislatura.
«Todavía está por decidir si haremos simultáneamente la tramitación del Reglamento con el régimen sancionador (...) Los márgenes de tiempo son muy ajustados y no sabemos si vamos a llegar a finales de marzo que es cuando la Asamblea acaba su período de sesiones», explicaba entonces.