El consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, ha afirmado este viernes sobre la previsión de ingreso en prisión del expresidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, por su condena por malversación en el caso de los ERE y ha alegado padecer un cáncer para demorarlo, que «al Gobierno andaluz lo que le corresponde es aceptar y respetar las decisiones de los tribunales» para esgrimir que «el que decide cómo cumplir las condenas son los tribunales y no los gobiernos».
En declaraciones a los medios de comunicación en Sevilla, tras presidir la reunión del Consejo Rector de la Agencia Digital de Andalucía (ADA), Sanz ha apuntado que «desde el punto de vista humanitario nadie desea a nadie la entrada en la cárcel» para seguidamente «desear un pronto restablecimiento de Griñán».
El consejero de la Presidencia ha argumentado que el Gobierno andaluz no está personado en el procedimiento del caso de los ERE, de manera que «no tenemos nada que trasladar en ese procedimiento» por cuanto «la Junta de Andalucía se salió del procedimiento» y en consecuencia «no somos parte del mismo».
Sobre las circunstancias para demorar o no el ingreso del expresidente de la Junta de Andalucía en prisión, Sanz ha planteado que «la Audiencia (de Sevilla) tiene una información que no tenemos los demás», en alusión a «los informes médicos», para redundar entonces en la idea de que «es una decisión que le corresponde exclusivamente a la Audiencia».
Sanz ha blandido igualmente que la Audiencia de Sevilla, en primer lugar, y seguidamente el Tribunal Supremo, con sus sentencias han ratificado que la concesión de ayudas sociolaborales y a empresas en crisis que adoptó la Junta de Andalucía entre 2001 y 2012 «lo define como el caso más grave de la historia de la corrupción política en España», antes de reiterar «el deseo de restablecimiento y de una pronta mejoría» del expresidente de la Junta.