El Lehendakari, Iñigo Urkullu, pide por carta a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, una reunión 'técnica' entre los Ejecutivos vasco y del Estado para consensuar la Adenda de los fondos europeos antes de que se envíen a Bruselas. Además, muestra su «disgusto» por que se haya «quebrado la esperanza» de que su elaboración fuera una oportunidad de «cogobernanza real» y confía en que se reconduzca esta situación.
Urkullu responde con su misiva, fechada el pasado martes, a otra que le recibió de Calviño el 21 de diciembre. En ella, el Lehendakari afirma que la situación económica ha cambiado sustancialmente desde la reunión que ambos mantuvieron el pasado 4 de febrero, sin que hayan podido repetir un nuevo encuentro presencial, al margen de la reunión de la Conferencia de Presidentes celebrada en la isla de La Palma.
El máximo representante del Gobierno Vasco destaca que la actual coyuntura marcada por la inflación y por la invasión rusa a Ucrania, "ha derivado en un escenario diferente que ha de ser abordado con
valentía y con visión de futuro".
En este sentido, dice a la ministra que, tras recibir el 28 de julio su carta en la que solicitaba sus aportaciones para la Adenda del PRTR e les invitaba a participar en el plan RETECH, desde Euskadi se respondió "en tiempo y forma a ambas cuestiones, al igual que ocurrió el el año pasado con los Proyectos Estratégicos.
Por un lado, apunta que el 14 de septiembre el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, le trasladó sus aportaciones a la Adenda y, un mes más tarde, Nadia Calviño recibió los proyectos vascos al programa RETECH, con cuyos resultados el Lehendakari muestra su «satisfacción».
Sin "cogobernanza real"
"Sin embargo, respecto a la Adenda, he de trasladarle mi disgusto, ya que hemos tenido conocimiento, una vez más, de todo lo que me reportas en tu carta por medio de la información aprobada en Consejo de Ministros el pasado martes 20, y posteriormente publicada en medios de comunicación y distintos canales del Gobierno de España. Por lo tanto, nuestra esperanza de que la Adenda se convirtiera verdaderamente a una oportunidad para la cogobernanza real, se ha visto seriamente
quebrada", afirma.
Para el Lehendakari, la Adenda supone "la verdadera ventana de oportunidad para incluir una nueva forma de gestión de los fondos MRR, que conlleve una forma más ágil de implantación de los mismos en el tejido productivo del Estado".
"Sabes de primera mano que en Euskadi llevamos trabajando intensamente, con rigor y responsabilidad, nuestro posicionamiento en lo que al MRR, y ahora al Repower EU, se refiere. El programa Euskadi Next, construido entre las principales instituciones vascas, identifica los proyectos realmente transformadores para nosotros; aquellos que responden a nuestra visión de largo plazo enmarcada en nuestra estrategia de especialización inteligente RIS 3 que, como sabes, está perfectamente alineada con los intereses europeos de transformación económica", remarca.
Según puntualiza, la propuesta de Euskadi para la Adenda pivotó en este programa y también en poner su entramado financiero -liderado por el Instituto Vasco de Finanzas (IVF)- a disposición de esta herramienta para «facilitar la llegada de los nuevos fondos al tejido productivo vasco, especialmente a las pymes».
"Es importante reducir los avales que se les exigen y la tramitación administrativa que están obligadas a realizar. Además, propusimos la creación de un bono MRR para invertir en proyectos públicos y público- privados en el País Vasco", añade.
Iñigo Urkullu no oculta a Calviño que la respuesta que ha dado le llena «de interrogantes». "Tanto en la propuesta de Adenda, que tuvo oportunidad de leer el martes, como en su carta, se hace referencia a la constitución de 12 fondos", indica.
Entre ellos, tal como apunta, existen varios «particularmente importantes» para Euskadi. En primer lugar, se refiere al Fondo de Sostenibilidad de las comunidades autónomas, con una dotación de 20.000 millones de euros.
"En la presentación que conocí antes de recibir tu carta, se hace referencia a ciertos ámbitos de actuación. ¿Están ya decididos?, ¿quién se encargará de seleccionar las inversiones?, ¿tendremos la capacidad de decisión que, sin duda, nos corresponde?, ¿se seguirá con el formato de Conferencia Sectorial en el que son los Ministerios los que deciden y las comunidades autónoma acatamos?", le pregunta.
Asimismo, alude al Fondo de Reforma de la Inclusión Social -IMV-: dotado con 9.000 millones de euros para reclamar que se aclare «cómo se implantará en Euskadi, siendo el IMV una competencia transferida».
En cuanto al Fondo de Reforma Fiscal -bonificaciones en el Impuesto de Sociedades-, dotado con 2.000 millones de euros, también pide explicaciones sobre cómo se vehiculizará esta cuestión, «siendo esta figura fiscal un impuesto gestionado por las Haciendas vascas en virtud del Concierto Económico y teniendo Euskadi ya este tipo de medidas activas».
Sobre el resto de fondos, pide que se aclare qué papel jugarán las comunidades autónomas en la toma de decisiones. «¿Vamos a tener alguna incidencia a la hora de invertir en empresas estratégicas?», cuestiona. Asimismo, considera que no es «de menor importancia» conocer «cuáles son las condiciones de los préstamos».
Decisiones que no son de euskadi
«Como puedes observar, vicepresidenta primera, este formato no es lo que nosotros identificamos con cogobernar. No lo es para los recursos subvencionales y, menos aún, para recursos que son préstamos que se deben devolver. No podríamos aceptar que nuestro endeudamiento esté condicionado a decisiones que no son nuestras, y menos en ámbitos competenciales propios», asevera.
El Lehendakari hace hincapié en que el Gobierno Vasco «lleva meses tratando de conocer la fórmula de participación de las comunidades autónomas en la construcción de la Adenda, tal y como exige Europa». «Creo, sinceramente, que habría sido deseable haber tenido la oportunidad de participar en dicho diseño y no conocerla cuando todo está decidido, aprobado formalmente y comunicado», insiste,
En todo caso, reconoce que la ministra les ha solicitado propuestas para la Adenda, «pero no es menos cierto que esas propuestas no han constituido un elemento clave para el diseño de la misma». «No puedo, por ello, compartir que este método se denomine cogobernanza porque, a mi entender, no lo es ni en las formas ni en el fondo. Cogobernar implica compartir, debatir y construir conjuntamente, para luego dirigir y gestionar de forma coordinada aquello para lo que cada institución es orgánicamente competente», indica.
Iñigo Urkullu se despide de Nadia Calviño expresando su confianza en que todavía se pueda «reconducir la situación». «Para ello, solicito que, antes de que la Adenda se envíe a Bruselas, podamos mantener una reunión técnica entre ambos gobiernos en la que encontremos cauces para avanzar. Quedamos a vuestra disposición», concluye.