Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un importante punto de venta de drogas en un chalet de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz, ha informado la Jefatura Superior de Policía en un comunicado.
Los agentes intervinieron varias armas simuladas, dos machetes, un cable estrangulador, un táser bajo la apariencia de un teléfono, 1.800 euros en efectivo, además de tres kilogramos de hachís y medio de marihuana.
El arrestado efectuaba los pases de droga desde el interior del patio o desde una ventana de su vivienda, con un instrumento creado de manera artesanal.
La investigación comenzó a principios del mes de septiembre por parte de la Comisaría Local de Policía Nacional de Torrejón de Ardoz, tras tener conocimiento de que se estaría produciendo un gran trasiego de personas que acuden a comprar distintas sustancias estupefacientes a una vivienda unifamiliar en un barrio de esta localidad.
Continuando con las pesquisas, se estableció un dispositivo de vigilancia sobe la vivienda pudiendo contrastar dicha información, sospechando que pudiera tratarse de un importante punto de venta de drogas.
Durante el periodo de investigación se pudo comprobar que el trasiego de personas que acudían a dicho domicilio era constante, sobre todo cuando anochecía.
El 'modus operandi' de estas transacciones era el siguiente: los clientes se personaban en las inmediaciones del domicilio investigado y tras hacer uso de su terminal móvil, pasado un breve espacio de tiempo, se posicionaban en el lateral de la vivienda, momento que se producía el intercambio de droga por dinero, a través de la valla perimetral.
En rara ocasión se observó al sospechoso salir de la vivienda para efectuar los pases de droga, si bien cuando esto se producía sirvió a los agentes para identificarlo plenamente.
A la vista de todo el resultado de la investigación, se estableció un dispositivo el pasado día uno de diciembre, procediéndose a la entrada y registro en dicho chalet, saldándose con la detención de este varón.
Fue localizada una mesa de grandes dimensiones con diversas sustancias estupefacientes, basculas de precisión de pequeño tamaño y útiles para el corte de la sustancia estupefaciente, dado que el hachís se encontraba en placas de 100 gramos.
Armas perfectamente ordenadas en el armario
Durante el registro se procedió a la intervención de tres kilogramos de hachís, 500 gramos de marihuana, así como diferentes tipos de armas, las cuales se encontraban perfectamente ordenadas en el armario de la habitación: diversas pistolas y revólveres, un cable estrangulador, navajas variadas, machetes, una defensa extensible, un táser que simulaba tratarse de un teléfono móvil y 1.800 euros en efectivo.
Asimismo se pudo localizar en la habitación un utensilio de fabricación casera el cual se correspondía con un palo con una boca de botella en forma de embudo en uno de sus extremos, donde el detenido introducía la droga.
De este modo, lo sacaba desde la habitación por la ventana por encima de la valla perimetral y hacía efectiva la entrega. Los compradores introducían el dinero de la venta en el interior del embudo, recogiendo la droga encargada.
El arrestado fue puesto a disposición judicial como presunto autor de un delito contra la salud pública.